Uno de los objetivos centrales del programa del Buen Vivir es la erradicación de la pobreza. En esa condición vive el 82% de las 4.719 personas que habitan en el golfo de Guayaquil, jurisdicción que pertenece a la ciudad del mismo nombre. La zona será intervenida para que, incluso, se sume al cambio de la matriz productiva que promueve el Gobierno.

Romina Arteaga, titular de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), explicó que hay varios proyectos de los ministerios para mejorar las condiciones de vida en el Golfo.

La población está distribuida en 38 localidades y 19 comunidades. Pero son 5 las que acumulan al 71% de los habitantes: Puerto Roma, La Cruz, Salinas, Santo Domingo y Santa Rosa.

“La llegada de servicios es deficiente, no es sencillo llegar a los islotes y en la mayoría las personas están tan dispersas que es complicada la dotación de servicios”, contó la funcionaria. “Lo que queremos es que el desarrollo no sea aislado sino que sea un progreso integral”, insistió. Por ejemplo, una obra importante es el reasentamiento de las viviendas.

Jorge Suárez, coordinador de Desarrollo Social, reconoció que en el trabajo interinstitucional es vital cumplir la reubicación, la prestación de servicios, el aseguramiento de la movilidad, la seguridad y el fomento productivo de los 13 islotes del Golfo de Guayaquil.

En agosto estará listo el plan integral, el cual será presentado al gabinete zonal para su aprobación.

“Ahí podremos determinar quién debe trabajar primero y en dónde los ministerios pueden unir esfuerzos”, aclaró Arteaga.

El gabinete zonal se reúne cada 4 meses en donde se analiza la planificación regional. Antes la Senplades realiza actividades en el territorio para conocer específicamente cuáles son las necesidades de las comunidades.

Actualmente el Gobierno cuenta con información real de la situación en la que viven las personas en el golfo. Esto gracias a la recopilación de datos que realizó el Ministerio Coordinador de Desarrollo Social durante 2013.

El 72,5% de personas vive en condiciones de hacinamiento crítico, es decir que más de tres personas ocupan una sola habitación. Y la gran mayoría no cuenta con servicios básicos, como agua potable, alcantarillado y saneamiento.

El tema del cambio de la matriz productiva se realiza en todos los niveles y en el Golfo la actividad principal es la pesca.

13 islotes viven de esta actividad y de la recolección de cangrejos. Por eso se busca que el turismo sustentable empiece a ser una fuente de ingresos alternativa para estas localidades.

Una muestra del alcance de esta aspiración es la Isla Santay hasta donde llegan miles de personas luego de la inauguración del puente que une el centro-sur de Guayaquil con esta reserva natural. Aún falta el paso que se conectará con Durán.

“Los habitantes de Santay seguramente dejarán la pesca y se dedicarán al turismo”, auguró el presidente Rafael Correa durante la inauguración.

Al turismo en el Golfo se suma la posibilidad de mejorar la producción de frutas consideradas como exóticas. “Trabajaremos de forma integral, hay varias cosas que explotar. Por ejemplo está la producción de pitahaya y así varios cultivos que pueden ser repotenciados además de la pesca. Esto puede cambiar y si logramos reducir la pobreza estaremos cumpliendo con nuestros objetivos macro”, explicó Arteaga.

En el diagnóstico que obtuvo el Ministerio Coordinador de Desarrollo Social se determinó que gran parte de los habitantes son jóvenes y el 48,8% de la población tiene hasta 17 años. El 30% de los embarazos se presentan en adolescentes.

Uno de los ministerios que ya trabaja en el sitio es Salud, mediante brigadas médicas. Se han registrado 248 casos de niños (0-5 años) con desnutrición crónica.