El país trabaja en indicadores satisfacción
“El único propósito moral de un gobierno es el bienestar integral de sus habitantes”. Era la postura de Ecuador en el Global Dialogue for Happiness que se realizó en el marco del World Government Summit en Dubái.
El secretario del Buen Vivir, Freddy Ehlers, fue el representante de Ecuador en esta cita mundial. En su intervención el funcionario aclaró la importancia de que los gobiernos se preocupen por la felicidad de sus ciudadanos. “La idea de que el Estado puede trabajar en el bienestar de las personas, yendo más allá de la mera administración de la infraestructura y los servicios, es muy importante”.
Una de las reflexiones de Ehlers fue sobre el consumismo. “Vivimos en sociedades materialistas donde somos lo que tenemos”, recalcó. Para el ministro, esta percepción implica preocupaciones éticas con respecto a la opulencia y la pobreza. El éxito de las economías nacionales insiste en medirse únicamente por el aumento de la producción total, mientras que la satisfacción de los ciudadanos se vincula a su participación en el consumismo.
Enfatizó que la sociedad moderna elogia el principio de “cuanto más, mejor”. “La evidencia demuestra que el aumento de los niveles de ingreso de los grupos empobrecidos, en general, produce consumidores insatisfechos que ambicionan cada vez más”. Acotó que el consumismo es la causa del 80% de las enfermedades que existen actualmente.
Ehlers aclaró la necesidad de redefinir las nociones de progreso, bienestar y desarrollo. Citó una recomendación, que en ese sentido realiza el último Informe Regional de Desarrollo Humano del (Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) para América Latina y el Caribe, titulado Progreso multidimensional: bienestar más allá del ingreso.
Recordó que vivir mejor y vivir bien no son conceptos equivalentes. “El vivir mejor conlleva un claro sentido de insatisfacción, ya que siempre compararemos nuestro actual estándar de vida con el que tuvimos en momentos anteriores, o en relación a otras personas. Esto nos lleva a condicionar un estado mental en el que nada parece ser material y emocionalmente suficiente. Por otro lado, el concepto de vivir bien (Buen Vivir) nos invita a alcanzar una vida digna, valorando y apreciando lo que realmente tenemos y en especial encontrar la felicidad en las cosas simples”.
Para sustentar este pensamiento la Secretaría del Buen Vivir y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), y en coordinación con la Oxford Poverty & Human Development Initiative (OPHI), elaboran nuevos indicadores estadísticos para medir el Buen Vivir.
Estas métrica serán útiles para la formulación de las políticas públicas más adecuadas. Informó que se crean indicadores para apreciar la subjetividad que traduce el Buen Vivir, cuestionando el principio de “cuanto más, mejor”.
La naciente métrica para el Buen Vivir supone una novedad cognitiva que plantea redefiniciones en el concepto convencional de desarrollo. Recalcó que deberán afirmarse en un amplio consenso, repensando las dimensiones y los indicadores. (I)