Supuestamente 500 militantes se iban a desafiliar ayer de Alianza PAIS en Cotopaxi, pero a la sede provincial del Consejo Nacional Electoral llegaron no más de 120 personas, de diferentes cantones, especialmente de Latacunga, Pujilí y La Maná.

En la tarde, los ciudadanos se aglutinaron en los exteriores de la institución, pero no pudieron entrar porque no se había solicitado el uso de las instalaciones para el proceso.

El inconveniente se superó tras unos 20 minutos de espera y luego de que las autoridades electorales permitieran el ingreso de los ciudadanos hasta el Salón de la Democracia, donde se realizaría la desafiliación masiva. Con cédula y certificado de votación en mano, los ciudadanos dejaron constancia de su decisión de separarse de las filas del movimiento. Finalmente solo 46 personas firmaron pidiendo su desafiliación. De estas, 23 eran de AP,  14 no son afiliadas a nada, 6 son de Sociedad Patriótica, una de CREO, una de Avanza y una del Partido Socialista. El proceso fue acompañado por el exalcalde de Latacunga, Rodrigo Espín, y el dirigente Patricio Córdova.

Espín ya fue expulsado de las filas del movimiento en diciembre de 2015, en una decisión resuelta por la Comisión de Ética luego de recibir informes de que el exalcalde tenía deudas pendientes con el Servicio de Rentas Internas (SRI), situación que él negó en su momento.

Espín acusó al gobernador de Cotopaxi, Fernando  Suárez, de no manejar en forma adecuada al movimiento y que en el interior de la organización hay personas “oportunistas” que no se identifican con la causa del movimiento y simplemente aparecieron y se beneficiaron. Pese a estas afirmaciones, no citó nombres de otros dirigentes.

En la mañana, el gobernador de Cotopaxi afirmó que quienes se han desafiliado le han fallado al movimiento y que no hubo nunca un compromiso de trabajo por parte de ellos. Por eso reprochó la actitud de las personas que dirigieron el proceso de separación voluntaria de una parte de la militancia.

La desafiliación fue definida por Ángel Tipantuña, representante de las bases del movimiento indígena, como una “estrategia de la oposición” ante las elecciones de 2017.

El dirigente se hizo eco de las palabras de la directora del movimiento, Daniela Culqui, y rechazó el divisionismo. A su juicio es la derecha la que busca desestabilizar al Gobierno Nacional. (I)