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Ecuador, 05 de Noviembre de 2024
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El Telégrafo
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Análisis

Correa mide y vuelve; Moreno acepta el reto

La entrevista que dio a una agencia de noticias reubicó al expresidente Correa en el radar de la clase política ecuatoriana. Al confirmar que volverá este viernes 24, el globo de ensayo se volvió un dato de la realidad que, como tal, trae y lleva efectos concretos. Es previsible que Correa traiga al menos dos cartuchos de grueso calibre en su equipaje político: retomar el control del alicaído y fragmentado movimiento Alianza PAIS y tumbar la consulta popular (o al menos dejarla herida de muerte).  

Así, el país asiste al preludio de un choque de trenes. La respuesta del Jefe de Estado no tardó. Lenín Moreno pasó a la ofensiva sin minimizar el retorno del viejo colega y hoy tenaz opositor.

Consciente de que una cosa es Correa en un ático de Bruselas, y otra, tenerlo en Ecuador recorriendo el país con tiempo para armar estrategias, Moreno mostró una nueva faceta.

La primera jugada ocurrió el lunes, en su rendición de cuentas semanal. En un enérgico discurso, el Presidente pidió a la Corte Constitucional (CC) que apruebe las 7 preguntas de la consulta popular. Él sabe -tanto como los miembros de la CC- que la consulta es su herramienta política fundamental en estos momentos, y debe capitalizarla. A su favor se unen las altas cotas de popularidad, que apalancan la posibilidad de dar un golpe directo al plan estratégico de Correa, algo que la derecha nunca pudo hacer: vencerlo en las urnas.

Si Moreno logra cerrar la ruta de Correa hacia una potencial candidatura en 2021, las opciones políticas del expresidente  quedarán mermadas, casi arruinadas.

Fiel al discurso del lunes, el Gobierno se esmera en convertir a la consulta en una causa nacional. Los apoyos crecen y los gestores políticos del Ejecutivo trabajan a contrarreloj para lograr esa meta. En esa línea, ayer salió del ostracismo un político que provoca urticaria en los batallones correístas: Gustavo Larrea, amigo del presidente y exministro de Correa, hizo una demostración de fuerza en el balcón de Carondelet. El mensaje a dos voces fue categórico: Moreno no está solo, tiene aliados de peso y de contrapeso.

Por primera vez en muchos años, Correa tendrá un escenario político adverso. La incertidumbre no es sana consejera. (O)

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