El análisis del voto, un tema que abordan los líderes comunitarios
En febrero de 2020 recién se iniciará el año electoral con miras a los comicios de 2021. Sin embargo, las ciudadanía percibe que políticos de trayectoria y nuevos personajes emergen en eventos públicos y privados, evidenciando un trabajo en territorio.
¿Cómo hace el elector para identificar que las propuestas de campaña son ejecutables y no una simple demagogia?
Para Javier Gutiérrez, director de Misión Alianza (una red de organizaciones de la sociedad civil), no todos tienen una cultura política, y al ciudadano, futuro elector, le hace falta poner atención a lo esencial del discurso de los políticos, no solo a su perfil.
“Como organizaciones sociales, redes de ONG, nuestro rol es trabajar con los líderes sociales y sería interesante tener mesas de trabajo y capacitación para saber qué es lo que los electores debemos considerar al momento de decidir un voto”, explica.
El ciudadano -dice- debe informarse que el candidato tenga un plan de trabajo para que se lo pueda revisar.
Por ejemplo, agrega, emergen dos posibles aspirantes: uno con formación política y con una propuesta excelente de campaña, y otro que haya salido del teatro y con discurso débil, sin embargo el ciudadano opta por la segunda opción. “Entonces ahí está el problema. No es tanto de dónde vienen (los políticos) sino su propuesta”.
En tanto que para Luis Tomalá, de la organización Líderes, es importante que el ciudadano tenga claro cuáles son las necesidades de su comunidad. “Este líder comunitario no debe ser político”.
Tomalá recuerda que cuando Cynthia Viteri era precandidata a la Alcaldía de Guayaquil realizaron un foro en el que participaron presidentes y coordinadores de todas las organizaciones que conforman Líderes, de Mucho Lote 2, en Guayaquil.
Con ella hicieron un compromiso, es decir comunidad y político, pero asegura que hasta la fecha no se ha cumplido con lo acordado.
Por eso reitera que es necesario hacer un mapeo de las necesidades de cada sector y luego de que estas sean identificadas coordinar un foro con los candidatos, en el cual ellos hagan un compromiso.
“En Guayaquil, en los últimos cinco años a la mayoría de líderes comunitarios reales no les gusta participar en procesos políticos porque conocen cómo es la dinámica al interior de los organismos. Saben que si interesan en una tienda política van a perder espacios para resolver su problemas comunitarios”, puntualiza.
El ausentismo, un indicador
El desconocimiento de los candidatos, su trayectoria, partidos políticos a los que han pertenecido, ofertas cumplidas e incumplidas se evidencian en el ausentismo del elector.
En los comicios seccionales de 2019 hubo un ausentismo del 18,2% y 20,7%, en Quito y Guayaquil, respectivamente. Estas cifras son superiores a las de 2014, cuando hubo el 16,4% y 18,5%, según el Consejo Nacional Electoral (CNE).
La coach comunicacional Miriam Rojas, en un análisis de Vocería Ciudadana, menciona que votar de forma correcta es “identificar con equilibrio los argumentos racionales y emocionales del candidato, comparar lo que dice actualmente con su historia de vida. Si no hay coherencia no sirve el candidato”.
“El votante está cambiando, está cansado de la derecha y de la izquierda, quiere un estilo de gobernanza más neutral, equilibrado, centrado en la academia y la práctica social, y sobre todo con los conceptos actuales de sostenibilidad social, económica y ambiental”, asegura.
Pero ¿qué hay más allá de las ofertas de campaña para un voto con conciencia?
Mónica Banegas, directora ejecutiva de la Fundación Haciendo Ecuador, resalta que ahora los jóvenes ya no se identifican por partido político ni ideologías sino por causas, tales como medio ambiente, animales, tecnología y seguridad.
“Creo que pocas personas nos presentamos como políticos porque hemos hecho un trabajo honesto. La política es una herramienta de beneficio ciudadano inmensa, tal vez la más inmensa que hay, pero hay ciertos políticos que nos han desprestigiado”, explica.
Añade que los jóvenes no se han involucrado en la política porque han visto malas experiencias, “no han tenido buenos ejemplos”.
Mesas de trabajo, foros, debates y otros mecanismos surgen de las organizaciones sociales civiles.
Gutiérrez destaca, en ese sentido, que cuando se hacen capacitaciones o reflexiones colectivas es cuando saltan las voces de la gente desde el interior de su comunidad. “Ahí nos damos cuenta de que no soy yo solamente el que piensa eso sino todos”.
El primer paso es -precisa- informar, el segundo reflexionar y el tercero decidir, una vez que se haya revisado el plan de trabajo de los candidatos. (I)
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Candidatos y ciudadanos deben dejar la violencia
Líderes comunitarios y sociales como Javier Gutiérrez proponen acciones para erradicar la violencia política.
“Creo que sí debería existir una campaña que haga referencia a que al candidato violento, con palabras violentas, no le demos el voto. Es una idea. Si usas la violencia no le des el voto. La política es educación”.
Luis Tomalá, en cambio, resalta que “la violencia no siempre se da por el líder comunitario sino por el líder político. Siempre está el tema de querer ganar protagonismo, y en este caso, el que más grita, el que más bulla hace, es el más fuerte”.
El experto en Política Internacional, Fernando Dopazo, explica que “el problema de la violencia, si se quiere, es una cuestión de intensidad de una discusión, de esa conflictividad que radica en los sistemas democráticos. Y eso es, por un lado, responsabilidad de los actores políticos de volver hacer pedagogía con la política y explicarle a la ciudadanía que no todo es solución para mañana”.
Uno de los problemas más evidentes en los últimos tiempos es la violencia política en redes sociales, especialmente contra las mujeres, sean estas funcionarias públicas, diplomáticas, periodistas.
Gustavo Canelos, de la Fundación Panamericana para el Desarrollo, dice que entre los nuevos desafíos de la sociedad está la participación política de la mujer, “la cual requiere de esfuerzos y el compromiso de todos los actores para promover una real integración”. Para Elizabeth Cabezas, expresidenta de la Asamblea Nacional y presidenta de ParlAmericas, la mujer siempre está bajo la lupa de los ciudadanos en una forma más detallada que cuando el hombre desempeña ciertas funciones.
“En las redes sociales se ensañan contra las mujeres. Es una daga permanente con la cual se mortifica permanentemente a las mujeres. El espacio femenino es extremadamente sensible”.
Dora Ordóñez, secretaria Anticorrupción, dijo que hay que tener mucha valentía para volverse una mujer conocida y enfrentarse al escarnio público. (I)