Durante el examen especial a los contratos suscritos entre la empresa Heflin S.A. y Petroecuador entre enero de 2014 y agosto de 2017, la Contraloría General del Estado concluyó que hubo irregularidades en la compra de una máquina para el campo petrolero.

En el mencionado examen se anota la adquisición de una “máquina reveladora de esfuerzo”, marca Team Industrial Services, en $92.761 (sin IVA), el 24 de abril de 2015.  

Bajo el régimen especial proveedor único, el 2 de junio de ese año se entregó la máquina y sus accesorios a la estatal petrolera.

Sin embargo, se hizo sin adjuntar la factura de la adquisición del bien, teniendo en cuenta que la empresa Heflin S.A. no es la fabricante, incumpliendo lo que establece el numeral 6 de la Sección I “Invitación” de los pliegos del Régimen Especial del Proceso.  

Allí se establece que “en caso de que el contratista no sea productor de los bienes contratados como parte del proceso de entrega-recepción deberá adjuntar obligatoriamente las facturas de su adquisición (...)”.

Tras solicitud de la Contraloría, la contratista, el 29 de diciembre de 2017, justificó la compra al adjuntar al ente de control los documentos.

Entre ellos la factura comercial, la lista de empaque, liquidación de la Senae, declaración de detalle de la Declaración Aduanera de Importación y factura del flete marítimo.

Sin embargo, en estos documentos no constan las firmas de responsabilidad. Al respecto, la Contraloría recomendó al gerente general de Petroecuador que disponga a la contratista la factura de adquisición del bien.

Esta es la misma empresa que, según Contraloría, vendió guantes a la estatal petrolera con sobreprecio. La compañía no ha querido dar declaraciones. (I)