El Cecadh afirma que ejércitos latinoamericanos han mejorado el respeto a derechos humanos
Comando Sur contrata ONG para vigilar DD.HH.
Las fuerzas militares en América Latina han cambiado de paradigma, dejando atrás el esquema represivo y asimilando el respeto de los derechos humanos, afirmó el director de una ONG encargada por parte del Comando Sur de EE.UU. de hacer seguimiento a varios cuerpos castrenses de la región.
“Hay un cambio de paradigma. El militar clásico uruguayo, hondureño, chileno, ya oye de derechos humanos y no le suena a comunismo”, dijo Daniel Baldizón, director del Centro de Estudios, Capacitación y Análisis de los Derechos Humanos (Cecadh) de Costa Rica.
Baldizón participaba en Miami en una reunión de representantes militares y de organizaciones no gubernamentales de 15 países del continente en la sede del Comando Sur estadounidense, para pasar revista a la Iniciativa de Derechos Humanos que fomenta su difusión en los ejércitos.
Los militares “han ido entendiendo que son sus aliados los derechos humanos, que aquel señor que alguna vez tuvo que apresar, de pelo largo y que tiraba cosas, estaba peleando por algo por lo que (ellos) también pueden pelear”, dijo.
“Todo aquel fenómeno de autoritarismo está afuera de los cuarteles” y hoy en día todos los ejércitos del continente tienen capacitación en derechos humanos, dice el jefe de la Cecadh, contratada por el Comando Sur para hacer seguimiento de la Iniciativa de Derechos Humanos, que empezó en 2002.
A Estados Unidos le preocupa que los militares realicen labores antes reservadas a otros cuerpos, admitió Leana Bresnahan, jefa de la oficina de derechos humanos del Comando Sur. “No nos gusta ver eso porque no es nuestra política”, pero “reconocemos también la situación muy crítica de seguridad en algunos países”, insistió.
A la Iniciativa de Derechos Humanos se han suscrito, además de Estados Unidos, solo 10 naciones: Bolivia, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay.
La inseguridad preocupa a EE.UU., dijo Bresnahan. “¿Si la región se pone más inestable e insegura, qué va a pasar con los derechos humanos? ¿Si un Estado estuviera totalmente controlado por los narcotraficantes, qué pasa con los derechos humanos?”, se preguntó.