Desde que se decretó la emergencia sanitaria en el país por la pandemia del covid-19, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) se mantiene activado en coordinación con el Ejecutivo, para aplicar las directrices que permitan enfrentar esta crisis.

Con la confirmación el pasado 29 de febrero del primer caso de covid-19 en el Ecuador, el Estado encendió las alertas.

De inmediato se iniciaron los seguimientos al círculo familiar de la paciente cero en Guayaquil y las autoridades sanitarias continuaron con la detección de los posibles contagiados.

Pero el 13 de marzo, con el fallecimiento de la mujer de 71 años que llegó contagiada de España, el COE activó su funcionamiento legal bajo la dirección del vicepresidente Otto Sonnenholzner.

En esa fecha estaban confirmados 20 contagios por el coronavirus en la provincia del Guayas.

La gestión del COE motivó al presidente Lenín Moreno a decretar el estado de excepción en todo el territorio nacional el 16 de marzo.

Por ello, el COE dispuso el cierre del tránsito interprovincial, así como los vuelos internacionales de ingreso al país como medidas iniciales para enfrentar la pandemia.

Pero, ¿cómo funciona el COE? Por medio de siete mesas técnicas y dos grupos de trabajo que se amparan constitucionalmente en el Sistema Nacional Descentralizado de Gestión de Riesgos, según lo determinan los artículos 389 y 390.

Las mesas se organizan de acuerdo a las áreas de acción. De esta manera la mesa uno garantiza el cuidado en la dotación de agua segura, saneamiento y gestión de residuos.

La mesa dos corresponde a salud pública y atención pre-hospitalaria; la mesa tres, servicios básicos esenciales; la cuatro, alojamientos temporales y asistencia humanitaria.

En tanto que la mesa cinco corresponde a educación en emergencias. La seis, a medios de vida y productividad, en comunicación con las cámaras de producción, y demás entidades privadas.

La siete es de cooperación internacional para la gestión de asistencia humanitaria externa.

El Grupo de Trabajo Uno corresponde al Ministerio de Defensa, y el Grupo de Trabajo Dos es de Seguridad y Control al Ministerio de Gobierno.

Todos estos comités están integrados por 88 funcionarios de alto nivel, que laboran en los diferentes ministerios.
Ademas, en cada provincia el gobernador puede activar el COE.

De esta manera se recibieron 58 actas con propuestas al COE nacional, que se tomaron en cuenta para elaborar las disposiciones.

“El Comité ha cumplido con las tareas, pero entendamos que solo actúa en cuestión de riesgos, por lo que otras materias como lo económico, comercio, son competencia del Gobierno central”, comentó el jurista Esteban Ron.

En esa línea, el economista Andrés Albuja, docente de posgrado de la Universidad de Loja, opinó que el trabajo del COE ha sido importante para contener la pandemia.

“Si no hubiera actuado a tiempo el Gobierno, otro sería el escenario; con disciplina, al 1 de abril tendríamos controlados los casos”, estimó.

Pero si se presentan otros escenarios relacionados al incumplimiento de las medidas, tendríamos 6.000 contagiados y casi 10.000 para fines de mes. Esto, si no se hubiese activado el COE para emitir las recomendaciones.

Por ello, manifestó que es responsabilidad de todos cumplir con las disposiciones de aislamiento y prevención para evitar mayores contagios y pérdidas de vidas humanas. (I)