Una acusación particular por injurias calumniosas inició Edwin Jarrín Jarrín, contra el exasambleísta y exmilitante de Sociedad Patriótica, Fausto Cobo, luego de que emitiera unas declaraciones consideradas ofensivas contra Arturo Jarrín, fallecido miembro del grupo Alfaro Vive Carajo y hermano del demandante.

La demanda fue planteada luego de que el 12 de noviembre de 2013, el exmilitante del partido Sociedad Patriótica formuló declaraciones en contra del reconocimiento a Arturo Jarrín (fallecido hace casi 20 años) que la Asamblea Nacional le hizo el 28 de octubre de ese año.

En esa fecha el órgano legislativo otorgó la condecoración post mórtem Vicente Rocafuerte a Arturo Jarrín. En el acuerdo se exaltaba su “legado de lucha y compromiso con las causas sociales”.

Semanas después, según la demanda, Cobo se refirió a este homenaje en el noticiero Contacto Directo (12 de noviembre). En el desarrollo de la entrevista Cobo dijo “por ejemplo estos delincuentes que actuaron fuera de la ley, fuera de la Constitución, declarando la guerra al Estado, secuestraron a José Antonio Briz López...”.

En otra parte de la entrevista afirmó: “porque les cortaron la posibilidad de que estos delincuentes se junten a la población y obtengan el apoyo en sus intereses de asaltadores de bancos, de criminales, eran unos delincuentes”.

Y además expresó “una condecoración es para exaltar los valores, el principio, el cumplimiento estricto del deber; la condecoración al mérito social, no tiene ningún sentido darle al cabecilla de una banda delincuencial, mientras a los viejos comandantes que nos hicieron ganar dos guerras, la una externa contra el Perú y la otra interna en nuestro país estén ahora acusados de lesa humanidad con policías en sus domicilios”.

Al día siguiente continuó sus cuestionamientos en radio Democracia: “Tenemos que aprender, pues no se puede hacer apología del delito, pues no se puede condecorar en la Asamblea Nacional (...) por ejemplo al cabecilla de una banda delincuencial que cortaba cabezas y mandaba a la familia los dedos de este empresario (Antonio Briz) para chantajear”.

Y agregó: “¿Qué es mérito social: cortar cabezas, secuestrar, matar, asaltar bancos, asaltar cuarteles militares, matar por la espalda a policías, eso es mérito social? Casi al finalizar el programa Cobo insistió: “Este grupo delictivo que mataba, secuestraba, asaltaba bancos, derrotado por la fuerza pública, porque algunos son jóvenes y no vivieron esa época, por eso hay que recordarles… pero como son alacranes llegan al poder y después de tantos años sacan nuevamente su veneno ”.

Tanto en el uso de los vocablos cuanto en su contexto, las expresiones vertidas por Cobo constituyen injuria calumniosa, considera el demandante. En la querella, Edwin Jarrín sostiene que estas expresiones constituyen injurias calumniosas porque consisten en la imputación de delitos. Además enfatiza que esas injurias las realiza sobre una persona fallecida hace más de 20 años, sin posibilidad alguna de defenderse. Considera el demandante que es distinto cuando una persona ofendida, estando con vida porque puede, si lo desea, responder. Este caso es diferente porque el demandado “no solamente habla de los muertos, sino que sin siquiera expresar un atisbo de honor, no deja a salvo tal circunstancia para juzgar los contextos históricos y humanos de los hechos, sino que simplemente arremete contra quien no puede defenderse”.

En la demanda se invocan artículos de la Constitución y acuerdos internacionales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención Iberoamericana de Derechos Humanos (Pacto de San José), los cuales se refieren a la protección de la honra de las personas y sus derechos a la presunción de inocencia.

Este diario intentó comunicarse con el exlegislador de Sociedad Patriótica, pero al llamar a uno de sus números de celular, un allegado afirmó: “No, no, no hablamos con EL TELÉGRAFO, hasta luego”.

Arturo Jarrín Jarrín fue apresado en la década del 80 en Panamá y traído a Ecuador, donde fue torturado y muerto a balazos, aunque las autoridades de ese entonces indicaron que había fallecido en un enfrentamiento armado, lo cual nunca fue comprobado.