Alrededor de 1 mil representantes de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) de Alianza PAIS (AP) se reunieron en el Centro de Convenciones Quitumbe, al sur de Quito, para ratificar su compromiso de defensa de los ideales del proyecto de la Revolución Ciudadana y diseñar estrategias para establecer los diálogos de equidad y justicia social en los distintos barrios de todo el Ecuador.

En la reunión participaron concejales, prefectos, alcaldes, alcaldesas y presidentes de juntas parroquiales de las 24 provincias del país.

En el encuentro intervino también el presidente de la República, Rafael Correa, quien cerró el evento con su discurso.

La secretaria ejecutiva de AP, Doris Soliz, indicó que la reunión con los GAD se da porque ellos son los que más conocen de las grandes inequidades. "No es posible que en el siglo XXI exista una gran cantidad de personas que carezcan de agua potable, de servicios básicos. Esa es la herencia de la partidocracia y el neoliberalismo que está resolviendo la Revolución Ciudadana".

Dijo que a través de estos espacios se va a profundizar la organización política y los diálogos en el territorio, que es el lineamiento de Alianza PAIS.

Sobre las movilizaciones, indicó que los GAD van a responder con más compromiso y trabajo desde los territorios, que los opositores son cuestionables porque quieren desestabilizar el país.

En la segunda convención convocada de los GAD también se hizo presente la nueva subsecretaria de gestión de la política, Paola Pabón, quien expresó que desde su nuevo cargo impulsará el diálogo con dirigentes indígenas que están dispuestos a buscar cambios al igual que el Gobierno, pero no con aquellos que buscan la desestabilización.

El canciller Ricardo Patiño reiteró que él no liderará los diálogos, pero fortalecerá el trabajo de comunicación con los pueblos hacia el proyecto de equidad y justicia.

Al finalizar la jornada, el presidente Correa sostuvo que el llamado al diálogo es para todos, excepto los que se han "autoexcluido" y quienes mienten o quieren desestabilizar al país. "Nos quieren imponer sus programas de Gobierno que han sido una y otra vez derrotados en las urnas", dijo.

Reiteró que "hay un golpe blando en marcha, hay gente de buena intención que fue por inconformidad por el Gobierno democráticamente a protestar, pero hay de los otros".

Advirtió que la oposición seguirá con esta estrategia de "calentar las calles", alternándose entre derecha y supuesta izquierda, una semana los trabajadores, otra los indígenas para desgastar al Gobierno y tenerlo ocupado.

Añadió que a esto se suma la guerra sicológica, la guerra económica y los rumores. "Los compañeros de los gobiernos locales descentralizados deben estar conscientes de eso y dispuestos a movilizarse, defender la Revolución y defender la democracia", dijo, subrayando que las protestas con violencia deben ser rechazadas. (I)