La Asamblea Nacional de Ecuador aprobó este martes una resolución de solidaridad con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien vive asilado desde hace cuatro años en la embajada del país suramericano en Gran Bretaña.

El proyecto recibió la aprobación de 83 asambleístas de 105 presentes en la sede del Legislativo.

Durante el debate en el Pleno, la presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales del Parlamento, María Augusta Calle, aseguró que la vida de Assange corre peligro porque la información que divulgó mediante WikiLeaks constituye una fuerte evidencia del espionaje de Estados Unidos sobre otros países.

Varios medios de comunicación del mundo se hicieron eco de los contenidos de los 250 mil cables diplomáticos expuestos por Assange en 2010, que al decir de la legisladora dejan claro el irrespeto a la soberanía de varias naciones por parte del gobierno norteamericano.

Más allá de los argumentos políticos, esta resolución es una convocatoria a cumplir los convenios y tratados internacionales, es un llamado a que los países cumplan sus compromisos, no es la defensa de Assange, es la defensa de los derechos humanos, comentó el asambleísta Diego Vintimilla.

Suecia y Reino Unido se niegan a acatar una resolución del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas, que calificó de arbitraria la detención del programador australiano, cuando ambos países son miembros de ese organismo internacional cuyas decisiones deben ser vinculantes.

La declaración de solidaridad aprobada este martes en Quito exigirá al Reino Unido y a Suecia que cumplan lo declarado por la instancia en favor de los derechos humanos del ciberactivista.

El texto destaca que ya son más de cuatro años y medio los que Assange lleva dentro de la embajada de Ecuador en Londres con el impedimento de su derecho a la libre movilidad.

Además, el Parlamento solicitará a la Fiscalía de Ecuador que cualquier diligencia a coordinarse con el Reino Unido y Suecia sobre el caso se enmarque en lo establecido por la Declaración de Derechos Humanos.

Desde junio de 2012, Assange vive asilado en la embajada de Ecuador en Londres, sin poder salir, para evitar ser arrestado y enviado a Suecia, donde le reclaman por presuntos delitos sexuales cuyos cargos no han sido siquiera formulados oficialmente y tres de los cuatro ya prescribieron por tiempo.

Los abogados del ciberactivista tienen evidencias suficientes para creer que la intención real de las autoridades suecas, en complicidad con las británicas, es extraditarlo a Estados Unidos, donde podrían condenarlo incluso a la pena de muerte por divulgar información clasificada. (I)