Asamblea Nacional posesionó a los siete consejeros del CPCCS
La Asamblea Nacional posesionó este jueves 13 de junio de 2019 a los siete consejeros titulares y sus suplentes del Consejo de Participación y Control Social (CPCCS) en una ceremonia que se desarrolló en el Pleno del Legislativo.
Con la presencia de barras en las gradas del Parlamento, tomaron posesión los consejeros Rosa Chalá, Victoria Desintonio, Walter Gómez, José Tuárez, Sofía Almeida, María Fernanda Rivadeneira y Christian Cruz.
Como consejeros suplentes se posesionaron Juan Dávalos, Ibeth Estupiñán, Mariuxi Moreira, Karina Ponce, David Rosero, Hernán Ulloa y Francisco Bravo.
Este acto constitucional se produce casi tres meses después de que los funcionarios fueron electos en los comicios del 24 de marzo de 2019.
Christian Cruz señaló que espera que este sea un Consejo con independencia y con fundamentos que permitan realizar cambios profundos.
Durante la posesión, el legislador Bairon Simbaña, del movimiento CREO, dijo que constitucionalmente Tuárez no podía ejercer su cargo por su condición religiosa.
Frente a este planteamiento Tuárez mencionó que fue uno de los más votados y que su candidatura no fue religiosa sino en representación de las juntas de agua de Manabí.
La primera reunión, según los consejeros, será reservada para conocerse y no determinaron si en este día se elegirá a las autoridades del organismo.
Ceremonia tradicional
Luego de la posesión en la asamblea nacional los integrantes del Consejo de participación ciudadana se dirigieron, junto a varios simpatizantes, hasta el parque del Arbolito para la ceremonia tradicional de la entrega del Bastón de Mando por parte de representantes de organizaciones indígenas.
Ceremonia ancestral en el parque El Arbolito, de Quito, donde los nuevos consejeros del CPCCS recibieron el bastón de mando. Foto: Patricio Carrera / El Telégrafo
A la ceremonia ancestral asistieron: Rosa Chalá, Walter Gómez, Victoria Desintonio y Sofía Almeida. No acudieron María Fernanda Rivadeneira ni José Tuárez.
El evento consistió en un baño de purificación con plantas y frutas tradicionales a cargo de shamanes y representantes de comunas negras e indígenas para desearles buena suerte en el ejercicio de sus funciones. (I)