El influyente Comité parlamentario británico de Asuntos de Interior investigará el peligroso aumento de la ultraderecha en Gran Bretaña, tras el asesinato el jueves pasado de la legisladora laborista Jo Cox, acribillada por estar a favor de la inmigración y la llegada de refugiados sirios al país.

Dicho grupo iniciará las investigaciones la semana próxima, y su presidente, el laborista Keith Vaz, confirmó que varios integrantes del Comité quieren además que se lance una pesquisa independiente sobre el tema.

“El aumento del extremismo de ultraderecha debe ser estudiado y tenemos que desterrarlo de una manera más firme. Integrantes del Comité tienen ahora la responsabilidad de actuar urgentemente”, agregó el diputado.

El combate del extremismo en el Reino Unido es tarea de la Policía y los servicios de seguridad nacionales, y por ende la pesquisa del Parlamento evaluarán la escala del problema y qué medidas pueden tomarse para combatir el problema de forma efectiva.

Por su parte, un portavoz de la Policía británica indicó que el Centro de Operaciones contra el Terrorismo (NCTPOC, en sus siglas en inglés) “está monitoreando información de inteligencia y asiste a las fuerzas policiales para mitigar las amenazas del extremismo de ultraderecha a las comunidades”.

“El control de todas las formas de extremismo violento es parte de nuestra labor, y forma parte de las tareas de este centro de operaciones. Incluye una revisión detallada en caso de que ocurra un incidente o acto que pueda inspirar o provocar ataques”, agregó. El pasado 16 de junio, el británico Thomas Mair acribilló de tres balazos y apuñaló a Cox, de 41 años, tras gritar repetidas veces “Gran Bretaña primero”, en alusión a un grupo de extrema derecha que se opone enérgicamente a la inmigración y a la llegada de extranjeros al país.

Cox, que estaba a favor de que Reino Unido permaneciera en la Unión Europea (UE) y que en el pasado había trabajado con la organización humanitaria Oxfam, perdió la vida fuera de su oficina en Batley, pequeño pueblo al norte de Inglaterra. Su asesinato fue el primero de un parlamentario en funciones desde 1990, cuando el conservador Ian Gow, que se oponía al acuerdo anglo-irlandés, fue acribillado fuera de su vivienda en el condado de East Sussex por integrantes del Ejército Republicano Irlandés (IRA).

Según expertos, al menos siete grupos de extrema derecha que comparten ideologías racistas y antiinmigración están activos en el norte de Inglaterra, especialmente en las ciudades de Leeds y Bradford.

El periódico inglés The Guardian reveló que al menos 100 activistas de ultraderecha organizan mítines y actividades en el norte del país, y agregó que cuentan con miles de seguidores en las redes sociales.

Entre las organizaciones ultraderechistas de West Yorkshire se encuentra la Liga de Defensa inglesa (EDL), que aboga por la erradicación de los musulmanes del Reino Unido. La EDL cuenta con bases en Leeds, Huddersfield, Halifax y Dewsbury.

En esa región también se encuentra el Movimiento Británico (BM), un pequeño grupo ultraviolento que se opone a la inmigración en Gran Bretaña, especialmente la musulmana.

Otras organizaciones ultraderechistas son la Acción Nacional, de tendencias neonazi y que cuenta con integrantes jóvenes, los Infieles de Yorkshire, extremistas nacionalistas, y el Frente Nacional, que aboga por la “repatriación” de todos aquellos inmigrantes “no blancos”.

También se reportaron actividades racistas en el Partido Democrático británico y en el Partido Nacionalista británico, este último cuyo integrante Andrew Brons fue acusado de organizar seminarios sobre “nacionalismo racial”.

Según la Policía británica, hubo al menos siete marchas de grupos de ultraderecha en West Yorkshire durante los últimos dos años, la última de ellas en enero pasado en Dewsbury.

En mayo de 2015, el EDL marchó en Halifax; dos meses después el Frente Nacional se manifestó en Wakefield; y en noviembre el EDL volvió a marchar por las calles de Bradford, en un intento por provocar enfrentamientos con la comunidad pakistaní.

De acuerdo al programa antiextremismo del Gobierno, ‘Prevent’, la región de West Yorkshire cuenta con un creciente número de extremistas de ultraderecha.
Matthew Collins, del grupo antifascista ‘Hope Not Hate’, considera que debido al alto número de inmigrantes musulmanes en Yorkshire “en el último tiempo muchos activistas neonazis y de ultraderecha han salido a expresar su odio y xenofobia”.

“En lugar de creer en la supremacía de los blancos, estos grupos están creyendo en teorías conspirativas, especialmente de musulmanes. Están volviéndose cada vez más antiliberales, reflejando la ideología de periódicos (xenófobos y antiinmigración) como el Daily Express y el Daily Mail”, subrayó Collins.

En Bradford, un 25% de la población es musulmana, mientras que en toda la región de Yorkshire y Humber la población musulmana representa el 6,2% del total, comparado con el 4,5% en todo el Reino Unido.

Muchos creen que la amenaza por parte de grupos de ultraderecha ha sido subestimada comparada con el islamismo, y en particular su capacidad para lanzar los llamados ataques de ‘lobos solitarios’.

En 2013, Charles Farr, el por entonces director general de la Oficina para la seguridad y contra el terrorismo en el Reino Unido, advirtió que las amenazas de ataques de ultraderecha perpetrados por ‘lobos solitarios’ están en aumento.

La gran mayoría de armas encontradas en allanamientos policiales en el Reino Unido durante los últimos cinco años estaban conectadas con la ultraderecha y no con el extremismo islámico.

Un estudio reciente del Instituto de Servicios Reales Unidos de Londres acusó a los gobiernos occidentales de desoír la amenaza de terroristas de ultraderecha, ya que casi un tercio de esos ataques en Europa desde 2000 fueron motivados por la ideología ultra-derechista, comparado con el 38% inspirados por el extremismo religioso.