El titular de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), Pabel Muñoz, explica la importancia de los diálogos sobre equidad y justicia social.

¿Por qué es importante que el país empiece a debatir sobre equidad y justicia social?

Siempre ha sido importante tratar estos temas. Creo que hoy se hace fundamental para no perder la perspectiva y no creer que con los grandes logros en política social ya deberíamos ‘dormirnos en los laureles’. Hemos logrado una caída de la pobreza en todas las formas de medición. Por ingresos, por necesidades básicas insatisfechas, somos el país de Latinoamérica que más disminución de desigualdades registra. En 8 años se logró bajar el coeficiente de Gini por ingresos en 8 puntos, en ese período América Latina tiene una caída de 2 puntos. De todos estos logros los ecuatorianos tenemos que sentirnos orgullosos al ser uno de los países más equitativos dentro del continente más inequitativo del mundo. Otra de las razones es que los proyectos de ley de Herencias y de Plusvalía, que ya fueron retirados de la Asamblea, no tenían fines recaudatorios y su fin era hacer que la ciudadanía ecuatoriana entienda que los altos niveles de desigualdad son perjudiciales por donde se vea.  Los catedráticos señalan que incluso es perjudicial para la democracia. El Fondo Monetario Internacional reconoce que la alta desigualdad es perjudicial para el crecimiento económico. El Papa señala que deberíamos tener una mejor redistribución de la riqueza. El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita. Es importante que ese 1% entienda que su propio bienestar depende de las condiciones en las que vive el resto. Es un llamado de conciencia de que la desigualdad es perjudicial para todos.

Frente a las manifestaciones en el país por los proyectos de leyes como herencias, plusvalía y otros temas, ¿por qué parece que los logros alcanzados por el Gobierno no calaron en la gente y hoy defienden una supuesta libertad?

Hay que cuestionar si todos o solo un sector de la sociedad. Esto es respetable, su visión es legítima y sus expectativas particulares. Pero veamos si constituye la visión mayoritaria de los ecuatorianos. En ese sentido hay que saber de dónde surge esto, hay que ver cuáles son sus expectativas. El 90% del pueblo ecuatoriano vive con ingresos mensuales que no llegan a los $ 500. Por este motivo es fundamental dar la vuelta a la página. Hay que darle cabida al diálogo donde se canalicen las frustraciones, los deseos de cambio y las propuestas de mejora en un debate. Al final, a nadie le están haciendo bien las consignas en la calle.

¿Cómo garantizar un diálogo amplio en un ambiente de confrontación?

Es primordial que retomemos la senda de tranquilidad y vida cotidiana que hacemos todos los ecuatorianos realizando nuestras actividades estudiantiles y profesionales. Creemos que hay una relación conjunta que será favorable para el diálogo y el ambiente. Es clave que si queremos iniciar un proceso de diálogo  encaucemos adecuadamente las aguas en sus cursos normales y, con la tranquilidad del caso, al final estoy seguro de que el diálogo hará que esa paz se recupere.

¿Cómo hacer que se involucren a ese diálogo otros sectores, como la Conaie, FUT, UNE, entre otros que han manifestado rechazo hacia las políticas del Gobierno?

Con la voluntad y predisposición política del Gobierno a fortalecer la democracia y los procesos de diálogo. No es la primera vez que planteamos un proceso de activación de diálogo. Aclaro que es una ampliación y profundización. Hay una disposición legal que así lo manda.En este período se aprobó la Constitución y el famoso artículo 100 que hace fuerte el tema de la participación. En Senplades se han desarrollado 3 planes de desarrollo  con participación ciudadana.Por eso creemos pertinente ampliar ese diálogo y profundizar. Las predisposiciones políticas son clarísimas en conversar con el otro, entender a quien piensa distinto. También hay predisposición franca y abierta de diálogo y conversar con los sectores que están opuestos a determinada visión o política del Estado. Los que no quieren dialogar me parece que es una autoexclusión. Hay que ver las cosas sin mucha ansiedad, prácticamente vamos dos semanas desde que se realizó el señalamiento del diálogo.
La semana anterior ya tuvimos varios eventos. Uno de ellos fue en una mesa con el sector indígena de Chimborazo, luego con gente de la economía popular y solidaria; así como del sector de industriales. No solo se han realizado diálogos con el Presidente. Estamos fortaleciendo el afinamiento de la metodología.

¿Se malinterpretaron sus palabras cuando señaló que se invitaba al diálogo solo con los sectores de “buena fe”?

Fueron utilizadas según la perspectiva que el medio de comunicación le quiso dar. No soy sensor de nadie para determinar la buena o mala fe de alguien. Al final vamos a ver con quién no pudimos dialogar. La ciudadanía será la que lo determine al final del proceso.

¿Cuáles son las estrategias para lograr un diálogo efectivo con todos los sectores?

Si no hubiera, habría que crearlas. Para eso tiene que haber dos lados de la moneda, el que invita al diálogo y el otro que acepta con el fin de intercambiar criterios. Hay que empezar con los medios de comunicación una tarea más pedagógica de saber que ese sector que está ahí tiene otros que sí quieren conversar. Hay que usar las tecnologías de la información, pero deberíamos trabajar para que sean un buen canal democrático. Las redes son buenas y malas. Son un espacio democrático muy interesante y puede ser un terreno de las disputas más bajas que puedas encontrar. Lastimosamente estamos haciendo de las redes sociales lo segundo. Según una encuesta de Pensamiento Político de AlianzaPAIS, la gente busca enterarse de los elementos de la política: el 75% por la televisión y los medios masivos y solo el 7% por las redes sociales.

¿Se puede lograr nuevas políticas públicas junto a la ciudadanía?

Precisamente de eso se trata este llamado. La democratización de la educación y la potenciación del talento humano. Sin esto no puedes construir condiciones para una sociedad más equitativa y justa. En estos años también se creció en recaudación de impuestos. Los 3 gobiernos juntos no llegan a sumar lo que el gobierno de la Revolución Ciudadana ha realizado. Un reciente estudio del SRI señala que cerca del 93% de ese ingreso es gracias a las mejoras de recaudación sin la necesidad de subir impuestos. Existe la posibilidad de ampliar el acceso a la riqueza y a factores productivos fomentando un mejor acceso a la tierra, crédito, agua. Esto podemos acordar con la sociedad, sobre qué políticas adoptar.

¿Cómo lograr equidad social cuando los GAD no hacen lo suficiente para que toda la población acceda a servicios básicos?

Los gobiernos locales cumplen su rol y es bueno que la ciudadanía también les demande a ellos cómo siguen avanzando. Es bueno que la gente sepa que no cabe pedirle al Gobierno central agua o alcantarillado, sino a los municipios. Yes bueno que los municipios, en lugar de hacer politiquería, respondan a las expectativas de sus ciudadanos.

¿Qué opinión le merecen las críticas del alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, quien en su discurso del pasado 25 de junio definió a la Senplades como un laboratorio de experimentos fracasados?

No merecen ninguna respuesta las declaraciones del alcalde Nebot. Pero evidentemente le faltó el respeto a un grupo que trabaja día y noche en esta institución. Somos gente seria que se entrega con alma, corazón y vida. Construimos el Plan Nacional del Buen Vivir, el cual, por mandato constitucional, es la voz de la gente y, por ende, le faltó el respeto a la ciudadanía.

¿Otras funciones del Estado están participando en el diálogo?

La coordinación de la Función Ejecutiva es al 100%. El Presidente de la República la ha planteado como prioridad 1-A del Gobierno. Senplades afronta este encargo al tener un peso técnico que le permite transversalizar el trabajo con todos los ministerios coordinadores. La Función Legislativa busca sumarse a este pedido de diálogo. Al final buscan consolidar una agenda legislativa por la equidad y la justicia social. La presidenta lo está trabajando con las comisiones y se acordó intercambiar programaciones. (I)