La decisión generó júbilo y protestas en los exteriores
”A la cárcel, a la cárcel, a la cárcel”. Con ese eslogan unas 10 personas en las afueras de la Cárcel 4, al norte de Quito, despidieron al vicepresidente Jorge G, quien acudió a la Corte Nacional de Justicia (CNJ) donde fue sentenciado a 6 años.
Allí, en la CNJ, la Policía Nacional ubicó vallas metálicas para separar a dos agrupaciones: quienes gritaban en contra del Vicepresidente y los que estaban a favor del Segundo Mandatario.
Los primeros coparon la avenida Amazonas, mientras que los otros -a 15 metros- se ubicaron en la calle Unión Nacional de Periodistas. Con pancartas en contra de la corrupción como “devuelvan lo robado”, los manifestantes, entre ellos militantes de la Unidad Popular, Pachakutik y CREO instaron a los transeúntes y conductores a condenar la corrupción de la década pasada.
En cambio, los otros, con vuvuzelas, exigían justicia y libertad para Jorge Glas, ya que argumentaban que “no hay pruebas”.
Y amenazaban “ya van a ver, ya van a ver, cuando con Correa volvamos al poder”.
Los contrarios contestaban: “esto no es pagado, es pueblo organizado” y “aquí están, esos son, los que roban a la nación” mientras levantaban una pancarta con la imagen (montaje) del expresidente Rafael Correa y del vicepresidente sin funciones, en la cárcel.
En ambas concentraciones se filtró gente contraria, por lo que la Policía tuvo que desalojarlas. Mientras tanto, al interior del predio de la CNJ, un grupo de periodistas y fotógrafos realizaba la cobertura. La trascendencia de la noticia incluso motivó a la mayoría de medios de comunicación a salir en vivo.
Tras conocerse la sentencia y la divulgación por medio de las redes sociales y de los medios de comunicación, los manifestantes en contra de Jorge G., como si fuera un gol, celebraron. “Sí se pudo, sí se pudo”, instaban.
Los pitos retumbaron por segundos en ese predio de justicia.
En cambio, a 15 metros los militantes correístas no soportaron la decisión y provocaron desmanes. Su rival eran los medios de comunicación, quienes desde adentro del predio trasmitían en vivo.
“Prensa corrupta, prensa corrupta”, gritaron, al mismo tiempo que lanzaron piedras, desperdicios y banderas a los representantes del periodismo.
De inmediato, miembros de la Policía Nacional acordonaron el lugar y despejaron el sitio. Sin embargo, los gritos e insultos continuaban. Tan fuerte fue la protesta que en algunos casos la Policía usó gas pimienta.
De a poco, bajaron el tono y decidieron desalojar el sitio. Lo mismo hizo el grupo que protestaba en la avenida Amazonas, que antes de abandonar el lugar alentó a César Montúfar, quien fue el acusador particular en este caso de la red de coimas de Odebrecht.
Luego de eso, los festejos se trasladaron a la avenida de Los Shyris, donde algunos sostuvieron que el “principal responsable es Rafael Correa” e instaron a la justicia a que vaya por él. (I)
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