La provincia de Manabí, afectada por los altos índices delictivos prevé acciones a fin de que los operativos y controles continúen una vez terminado el estado de excepción en todo el país. 

El prefecto José Orlando, detalló esta mañana a Noticias 7 de Ecuador TV, la situación de la provincia. Los índices delictivos han aumentado en Manabí en las últimas semanas. “Se ha visto un repunte de violencia en nuestra provincia. En el último feriado de Semana Santa hubo varias muertes violentas realmente más allá de lo que venía ocurriendo desde el mes de enero”, detalló Orlando.

Una de las decisiones que mantiene el Gobierno Nacional pese al fin del estado de excepción son los operativos de control en todo el país. Para el prefecto Orlando, esta es una decisión acertada pues es necesario que el personal militar continúe en las calles y en los centros de privación de libertad.

Uno de los sectores más afectados por la criminalidad y la presencia de bandas de delincuencia organizada es el turismo. Manabí es uno de los destinos turísticos nacionales e internacionales con mayor reconocimiento. José Orlando detalla que los niveles de seguridad bajos son necesarios para la inversión y la reactivación económica.

Las autoridades solicitaron que el Consejo de Seguridad de la provincia se active.  Esta es un espacio presidido por el Gobernador de Manabí y donde la Prefectura participa como primer Vicepresidente.

Manabí tiene en marcha un plan de prevención de la violencia en el que se prevé donar cámaras de videovigilancia que se colocarán en vías estatales. 

Pero además el plan contempla una estrategia de inclusión social: 18.000 niñas, niños y adolescentes están entrenando en escuelas deportivas. Además hay un proyecto de 14 casas de acogida para mujeres víctimas de violencia. En estos sitios incluso hay casos de adolescentes víctimas de trata de menores.

La Prefectura de Manabí se compromete a entregar todo el contingente humano y técnico a fin de apoyar en los operativos de seguridad planteados por el Gobierno Nacional. La autoridad espera que la paz retome a los hogares de los manabitas.