Pablo Vallejo continúa con su carrera deportiva para conseguir uno de sus principales objetivos: clasificar a unos Juegos Paralímpicos o a los de Tokio que están cerca (del 25 de agosto al 6 de septiembre).

El próximo 21 de marzo competirá en la Copa Mundo de Triatlón, en Sarasota, Estados Unidos. Allí podría conseguir los puntos que le faltan para acceder a Tokio 2020.

“Esta carrera es un peldaño más para llegar a los Juegos. También existe la opción de que nos entreguen una ‘wheel chair’ (carta de invitación), que otorga la organización a los países en vías de desarrollo en el deporte”, contó.

Mientras tanto, Vallejo confía en que su preparación ha sido efectiva para cumplir con una buena presentación en Sarasota.

No será una experiencia nueva, el año pasado se estrenó en esa prueba. “Pagamos piso”, relató, pues se encontró con muchos aspectos distintos a los que se esperaba, en una prueba de ese nivel.

La partida fue brusca, como suele ser en ese deporte, pero no se amilanó ante sus rivales. Hoy, con mayor conocimiento, sabe a lo que se enfrentará.

En Sarasota se correrá en la modalidad sprint, es decir los deportistas deberán nadar 750 metros en aguas abiertas, pedalear por 20 kilómetros y correr otros 5. El recorrido será muy explosivo, ya que los triatletas no se reservarán tanto como en una distancia más larga.

El año pasado hizo un tiempo de 01h46m en el Mundial de Paratriatlón. Luego de muchas prácticas intensas y de cambio de tecnología en su prótesis y calzado, bajó media hora el tiempo en una prueba que realizó en Bahía.

“Bajar de la nada en los entrenamientos, gracias a la tecnología, representa mucho para mí. Las empresas me entregan los implementos de alta tecnología y poder bajar el tiempo es brutal, me motiva a seguir adelante”, agregó.

La empresa privada es la que lo respalda para que continúe su actividad. Reebok lo ayuda para competir en el exterior y para este año tiene previsto un calendario extenso.

Repetirá en el Iron Man 70.3 de Manta, también estará en el Ocean Man, una maratón de aguas abiertas; el Gran Fondo en Nueva York y en septiembre estará en el Mundial Multideportes de la Unión Internacional de Triatlón.

Hoy se siente más seguro para competir, pero nunca confiado. Su posición es humilde y considera que eso le permite competir en un nivel mucho más alto. “Estoy bien trabajado para la carrera y con la convicción de mejorar los tiempos. Los entrenamientos me han permitido creer que eso se conseguirá”.

También indicó que no sería posible competir en los Juegos Olímpicos convencionales, algo que el sudafricano Oscar Pistorius (deportista adaptado) consiguió en Londres 2012.

Por su rango de discapacidad -amputación sobre la rodilla- no sería posible, porque se generaría una ventaja ante los demás deportistas convencionales.

Sin embargo, eso nunca le quitó el sueño y apunta a estar en los Paralímpicos, con la intención de dejar un legado y una huella. “Quiero ser un referente para las personas que quieren dedicarse al deporte y que están en mis condiciones. Que no padezcan lo que me tocó vivir”, dijo el triatleta. (I)