La estadounidense Simone Biles, reina incontestable de la gimnasia artística, logró el título en salto de potro, este viernes 2 de noviembre en Doha, consiguiendo a sus 21 años su 13º oro mundial.

Supera en el ranking histórico a la canadiense Shallon Olsen y a la mexicana Alexa Moreno. Vigente campeona olímpica de salto de potro, es el primer título mundial de Biles en esta especialidad tras las platas en 2013 y 2014 y el bronce hace tres años.

Al día siguiente de su cuarto título mundial en el concurso general, un récord, Biles no intentó el salto inédito que introdujo en la clasificación y que ya lleva su nombre. Con dos intentos de menor dificultad logró 15,366 puntos de media.

En su regreso a la competición internacional después de los Juegos Olímpicos de Río, saldados con cinco medallas, cuatro de ellas de oro, Biles demuestra en Doha que no ha perdido capacidad competitiva.

En la capital de Catar ya suma tres medallas de oro de tres posibles: el concurso por equipos, el general y el salto de potro.

La reina de la gimnasia artística no necesitó la perfección para superar al resto. Cometió fallos en salto, barra de equilibrios y suelo, pero su ventaja en dificultad le condujo al título con 1.693 puntos de margen sobre la japonesa Mai Murakami.

“Ha sido probablemente la medalla olímpica o mundial más complicada para conseguir, o en la que he tenido más temores. Para mí es un poco decepcionante porque no era la actuación que esperaba”, reconoció Biles.

Murakami fue mejor que Biles en salto y barra de equilibrios y, aunque el margen fue insuficiente para alcanzar la victoria, al menos se llevó la medalla de plata con 55.798 puntos.

La estadounidense Morgan Hurd, campeona del mundo el año pasado en ausencia de Simone Biles, subió al tercer peldaño del podio con una puntuación de 55.732, dejando fuera del cajón a Derwael (55.699) y a la número uno rusa, Angelina Melnikova (55.698). (I)