Tras dos meses y medio de entrenamiento en el departamento de Guadalajara (España), la saltadora triple cubana-ecuatoriana Liuba Zaldívar retomó las prácticas en la pista pensando en su objetivo de llegar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020, que se disputarán del 23 de julio al 8 de agosto de 2021.

La deportista se encuentra en el país ibérico desde el pasado 18 de febrero, fecha en la que inició un campamento de entrenamientos previsto hasta el 7 de abril, pero, por la pandemia del covid-19 (coronavirus), su estadía se extendió.

Al momento vive en un departamento en Guadalajara donde tiene todo lo que necesita para mantener el estado físico. Esto incluye ligas de entrenamiento y una bicicleta estática, que fueron de vital importancia para no perder la forma en este largo periodo de aislamiento decretado por el gobierno español.

La buena noticia es que, desde el pasado lunes, las autoridades locales autorizaron los entrenamientos en la pista y ese mismo día comenzó con los trabajos en el complejo deportivo de la ciudad, refirió la deportista en una entrevista con diario EL TELÉGRAFO.

Para volver a los entrenamientos en pista acató y cumplió con todas las medidas de seguridad y distanciamiento. “La verdad se siente increíble volver a pisar la pista después de 2 meses y más”, comentó la tricolor, quien con una distancia de 13 metros y 82 centímetros implantó un nuevo récord nacional de la disciplina en 2019.

En cuanto a su calendario, la emergencia sanitaria por el covid-19 suspendió muchas competiciones confirmadas en las que iba a participar la atleta de 27 años. La primera era el campeonato nacional de atletismo que debía celebrarse del 16 al 17 de abril.

Luego tenía el Gran Prix Ximena Restrepo en Colombia y otros tantos en Europa Dinamarca, Alemania, Luxemburgo e Italia, entre otros. Además de algunos Gran Prix y torneos dentro del World Challenge, que regenta la World Athletics, las cuales “eran de suma importancia para el puntaje en el ranking, que entrega los cupos para Tokio 2020”, aseveró Liuba.

De acuerdo con la saltadora, la clasificación a Juegos Olímpicos marchaba por buen camino. “Estaba bien ubicada en el ranking en el puesto 19 y con serias posibilidades de ir escalando lugares”, comentó. En el salto triple entran 32 atletas y la marca de clasificación de 14m32c. “Estoy segura de que la habría conseguido”, añadió.

El apoyo de la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEA) ha sido importante en la estancia de Zaldívar en España. “Siempre están al tanto de mí, me llaman para preguntar cómo me encuentro de salud. Son muy preocupados y me han apoyado en todo momento”, mencionó la cubana-ecuatoriana, quien no pudo participar en la olimpiada de Río de Janeiro 2016 por no tener la nacionalidad ecuatoriana a tiempo.

Agradeció al presidente de la FEA, Manuel Bravo y al administrador de la misma, Julio Idrovo, y a todas las personas que conforman la entidad que rige el atletismo en nuestro país.

La cuarentena la ha vivido como “todos acatando las reglas de las autoridades. En casa, tranquila, pero bien gracias a la Federación Ecuatoriana de Atletismo, la Secretaría de Deporte, el Comité Olímpico Ecuatoriano, mi club Luis Chocho, mis amigos y familia, que han estado todo el tiempo al tanto de cómo estoy”, dijo.

Además destacó que en Guadalajara las personas obedecen las decisiones tomadas por las autoridades. “Gran parte de la población son personas de la tercera edad; a pesar de autorizarnos a entrenar en las pistas seguimos en estado de alarma, así que hay horarios y restricciones que se deben cumplir por el bien de todos”, sostuvo.

También envió un mensaje y un abrazo enorme a todo Ecuador. “Tranquilos que de esta salimos juntos con la fuerza de voluntad que nos caracteriza. Rendirnos nunca”, puntualizó.

Ecuatoriana por adopción

Un día de enero de 2015, Zaldívar pisó suelo ecuatoriano y empezó a escribir un nuevo capítulo en su vida. Tras 14 años de representar al país caribeño se enfundó la camiseta tricolor y ahora se encamina a participar en la olimpiada japonesa, su máximo objetivo. Divergencias con la Federación Cubana de Atletismo llevaron a la originaria de Holguín (oriente de Cuba) a pedir su baja y buscar nuevos horizontes.

En ese camino se cruzó el entrenador Luis Smol, quien le propuso viajar a Ecuador e iniciar un nuevo proyecto que la llevaría a representar a otro país, clasificar a los Juegos Olímpicos de Río 2016, en los que no participó por no tener la nacionalidad.

Con cinco años en su país adoptivo, Liuba seguirá forjando sus sueños de convertirse en saltadora olímpica, finalista en Tokio y, por qué no, conseguir una medalla. (I)