“En Miami la cosa está un poco más complicada que en Ecuador, pero no tanto como en otras ciudades de Estados Unidos, como Nueva York, en las que está muy grave la situación por el covid-19.

Los expertos dicen que seguramente Miami va a terminar siendo una de las ciudades que más fuertemente sean impactadas en las próximas semanas. Así que personalmente, con mi familia, hemos estado encerrados en la casa, tres semanas ya sin salir de aquí y creo que deberemos quedarnos así algún tiempo más hasta que esto pase.

Por eso estoy haciendo la rehabilitación por mi cuenta, básicamente, en la casa, debido a que no me quiero arriesgar a salir al centro de recuperación porque sería obviamente un peligro muy alto. Tengo la suerte de tener un gimnasio, donde puedo hacer las cosas que necesito. No es lo ideal porque obviamente a veces necesito de personas especializadas que me hagan masajes específicos y ese tipo de cosas que no puedo hacer, pero el resto lo realizo aquí y sigo avanzando por mi cuenta.

Espero que esto mejore rápido para poder volver a la rehabilitación normal que hacía antes; sin embargo, al momento estoy bien con la familia. Es difícil saber si estar en estas condiciones el periodo de recuperación se alargará o no, porque el tiempo que tenía para volver a las pistas nunca fue específico, o sea jamás nos pusimos tres meses o un año, sino que iba variando con los avances del momento.

Entonces no sé la verdad si me afecte desde el punto de vista del tiempo, porque a la final lo que más demora son cosas que no puedo hacer que funcionen más rápido, como el hueso haciéndose duro, eso sigue trabajando y mejorando ahorita por su cuenta. El progreso no va a ser tan rápido, pero no creo que afecte mucho y al momento lo más importante es no contagiarme de covid-19 porque eso sí sería un riesgo para mí en estas circunstancias.

La pierna derecha fue la más afectada en el accidente (ocurrido el 31 de agosto de 2019), en cambio la izquierda está bien. Lo que sí me estresa es que tenga que hacerme una intervención quirúrgica de emergencia por una infección, algo que es bastante común en mi condición, porque depende mucho de la limpieza de las heridas por los metales que tengo.

Para distraerme en este confinamiento hago bastante simulador de conducción, también compito en carreras on line. Es algo que esta de moda porque todos los pilotos están en casa. Además paso en el gimnasio o la piscina y compartiendo con mis padres y hermanos.

La verdad que la situación es algo “loca” para todo el mundo. Algo que nadie se hubiera imaginado hace algunos meses. He conversado con mi familia que está en Quito, lo cual es bueno porque obviamente es la ciudad que no está tan mal como Guayaquil y de lo que entiendo ahí, al momento, aparte del toque de queda, no hay tantos casos todavía.

Creo que reaccionaron a tiempo y también la mayoría de la gente se ha tomado en serio todo esto, porque es algo diferente aquí en Estados Unidos, donde las personas no piensan que sea algo tan grave y ahorita están pagando el precio. Mientras que acá (Miami) no hay restricciones, ni siquiera toque de queda como en Ecuador, nos recomiendan que nos quedemos en casa, pero hay mucha gente que está haciendo su vida normal y eso me parece increíble.

Igual estoy muy preocupado por mis abuelos (el expresidente Rodrigo Borja y Carmen Calisto) quienes viven en Quito, pero converso a diario con ellos y al momento están bien, también encerrados en casa. Pese a todo esto sigo con el objetivo de correr en la Fórmula Uno, como lo hacía previo al accidente, porque es mi sueño desde pequeño y creo que tengo más ganas que antes del incidente. Extraño mucho estar en el auto y correr. (I)