Sebastián Guayasamín no se rinde y va por más en el automovilismo. El próximo año volverá a competir en el Rally Dakar, luego de participar en 2 ediciones consecutivas en las que no pudo terminar la prueba por circunstancias mecánicas y reglamentarias.

“El camino al Dakar es muy largo y requiere muchos años de experiencia. Volveremos el próximo año con mucha más fuerza”, dijo el piloto quiteño de 34 años. Calificó al Dakar como “un tren que nunca para ni te espera. Si te vas quedando tienes que acelerar, volverte a subir y así hasta el final”.

Guayasamín está convencido de que volverá al Dakar las veces que sean necesarias y continuará trabajando para intentar llegar más lejos en la competencia. Él era uno de los pilotos más jóvenes de la prueba, por lo que considera que tiene varios años más para conseguir experiencia. La gran mayoría de participantes está en una edad de entre 40-45 años.

Su preparación para el próximo Dakar se basará en una fase de entrenamientos en Argentina y Chile, precisamente en lugares de la propia carrera o similares. En Ecuador no existen terrenos adecuados para poder simular las condiciones a las que se enfrentará en el Dakar.

También definirá en los próximos días un calendario de competencias internacional a la par de los entrenamientos. “Cada año sumas más conocimientos para afrontar la competencia. Es muy difícil, pero con una preparación adecuada se puede llegar más allá”, dijo.

El piloto señaló que espera que el Dakar pueda transitar por territorio ecuatoriano; sin embargo, aún es muy temprano para pensar que eso pueda suceder. Perú también desea que una parte del recorrido vaya por esas tierras.

Guayasamín recordó lo dura que fue la última prueba y que en la segunda etapa por poco la abandona. Sufrió de deshidratación y se rompió el radiador de su vehículo, pero pudo continuar cuando un helicóptero descendió a darle de beber y los problemas mecánicos quedaron atrás.

Posteriormente, en la cuarta etapa, encontraron a un motociclista deshidratado y, por pedido de los organizadores, se quedaron a su cuidado. Luego decidieron llevarlo al campamento para que recibiera la atención médica necesaria, cumplieron la quinta etapa y cuando pretendían salir a la sexta, la organización lo impidió.

El equipo ecuatoriano se saltó 7 puntos de control y por esa razón no pudieron continuar. Sin embargo, Guayasamín señaló que volvería a hacer lo mismo si la situación lo amerita. “Ayudar a un colega en aprietos es parte del espíritu Dakar. Yo sé que mañana puedo ser el tipo de la motocicleta y que puedo necesitar ayuda. El ser humano es la prioridad siempre”, acotó.

El año empezó de buena forma para el piloto, luego de que fue premiado por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) luego de ganar el Rally de Argentina junto a su copiloto de esa nacionalidad, Mauro Lípez. El ecuatoriano confirmó que su compañero continuará con él en las competencias que tenga durante este año.