El surf es la “marca” mundial de Montañita
Viajar cerca de 8 horas sorteando carreteras deplorables no representaba ningún impedimento para que adolescentes aventureros cumplieran su cometido: disfrutar de su paraíso oculto.
Ellos atravesaban así el umbral que los transportaba hacia el escondite perfecto para surfear, bucear y divertirse sin complicaciones. Montañita, en ese entonces, era un poblado olvidado por el desarrollo que se vivía en el país, allá por los años 70.
Uno de aquellos quinceañeros desenfrenados rememora con pícara sonrisa esos “viajes locos”. Ahora con algo más de 50 años, gerenciando una empresa de consumo masivo, este hombre (quien no quiso dar su nombre por su “pasado oscuro”) cuenta cómo fueron los inicios del surf en Montañita.
“La mayoría de chicos teníamos entre 14 y 15 años, pero nuestros padres nos daban el carro desde esa edad para desentenderse de nosotros. Éramos libres y nos íbamos primero hasta la Sierra a conseguir un cactus alucinógeno que se llama ‘San Pedro’ y luego íbamos a Montañita para surfear. Ese viaje duraba 15 horas, pero si nos íbamos directo llegábamos en 8”, recuerda este actual empresario.
Sin mayor distracción en el lugar, los adolescentes se dedicaban a surfear, mientras esperaban que esté listo el “Pedrito” (cocinaban el cactus durante 18 horas).
“Nosotros íbamos a surfear y por ahí fueron apareciendo los surfistas extranjeros. Los primeros que llegaron fueron los brasileños y peruanos. Ya con el pasar de los años es que Montañita se internacionalizó y se hizo famosa por el surf”, indica este cincuentón, quien, además, destaca que otra de las formas de llegar hasta este balneario era por la playa.
“El viaje por la arena duraba menos. Eran 5 horas cuando bordeábamos la costa, pero esto solo se podía hacer cuando la marea estaba baja”, expresa. Actualmente, llegar al lugar tarda entre 2 horas y media y 3 desde Guayaquil.
Con el pasar de los años, el surf se apoderó de Montañita y la práctica de este deporte se convirtió en uno de los pilares fundamentales de su desarrollo. El domar las olas se impregnó más en este poblado y el surf se convirtió en un sinónimo de la palabra Montañita.
José De la Rosa, un lugareño de 50 años, manifiesta que la llegada de los turistas extranjeros se intensificó a fines de los 80, pero que estos eran estrictamente surfistas.
“Todos venían a hacer deporte, pero a mediados de los 90 es que ya se hizo más conocido este pueblo. La mayoría de los lugareños tenemos un local de venta de comida, ropa o una tiendita. Los turistas nos levantaron y algunos amigos también tienen hoteles gracias al desarrollo de los últimos años”, comenta.
Marco Goncálves y Rubén Andrade son dos de los tablistas que disfrutaron de la tranquilidad de Montañita hace 20 años atrás. Ahora van a practicar su deporte favorito a este balneario, pero “ya no es igual”, opina Andrade.
“No había fiestas, era un pueblito tranquilo, no éramos muchos los surfistas y los faranduleros no existían ahí. Las largas fiestas nocturnas recién empezaron por el año 2000”, cuenta Goncálves, quien ha sido seleccionado ecuatoriano de surf.
Este ex deportista de élite indica que muchas veces prefiere ir a surfear a Olón o Ayampe. “para tener mayor tranquilidad”.
De su parte, Andrade dice que lo que más extraña de la Montañita de 15 años atrás es cuando llevaban sus bolsas de dormir y pasaban la noche en la arena. No tengo nada contra la farra y todo eso de Montañita, pero antes solo íbamos a surfear y nada más”, aclara Andrade.
Desde hoy este balneario recibe el Reef Classic, un evento que se realiza por sexta ocasión en el lugar como parte de la gira latinoamericana del circuito ALAS. Pero la actividad surfística internacional se realiza desde 25 años atrás en esta playa que cuenta con excelentes olas para surfear de febrero a julio.
“Antes venían los ‘pesos pesados’ al internacional del surf desde Australia, Hawái..., pero el nivel ha ido bajando porque ya no solo se surfea acá, sino que ya Montañita es un lugar más turístico que deportivo”, manifiesta Andrade.