Edward Mcintosh, uno de los  dirigentes más importantes del canotaje, falleció en Estados Unidos a los 72 años por un cáncer de pulmón.

Fue uno de los impulsores de esa actividad deportiva y lo hizo de forma desinteresada. Cuando había muy poca práctica del canotaje en Ecuador, él realizó una masificación para promover la actividad entre 2003-2004.

Sebastián De Cesare, entrenador de la Federación Ecuatoriana de Canotaje, tuvo una larga relación profesional y de amistad con Mcintosh.

El argentino llegó en 2003 a Guayaquil, como asistente de su suegro Juan Carlos Arcagni, para dirigir al equipo nacional de la disciplina.

Sin embargo, tres meses Arcagni tuvo que volver a Argentina y el equipo quedó al mando de De Cesare, que apenas tenía 21 años.

“Él me dio la confianza para hacerlo. Hizo un trabajo desinteresado, sin pedir nada a cambio, y empezó a golpear puertas. Buscó en la playita del Guasmo, en escuelas de escasos recursos. Después llegamos a tener un campeonato nacional con 200 chicos, cuando antes lo practicaban cuatro o cinco”.

Mcintosh era originario de Escocia y zoólogo de profesión. Vino a Ecuador hace 50 años, a realizar un trabajo para su tesis en las islas Galápagos. Nunca más regresó a su país natal y se convirtió en un ecuatoriano más.

También se vinculó a Industrias Lácteas Toni, desde donde también ayudó a varios deportistas. Como no existían las becas deportivas en ese tiempo, Mcintosh les daba trabajo en esa empresa para que puedan costear sus gastos. “Era un jefe de esos que te ayudan y van de la mano contigo. Siempre estuvo dispuesto a ayudar; y hay muchos casos”, agregó el entrenador de canotaje.

Mcintosh estuvo en la federación hasta 2011, cuando hubo el problema del Comité Olímpico Ecuatoriano y salieron los presidentes de las federaciones por deporte.

Sin embargo, siempre estuvo vinculado al deporte y lo practicaba de forma asidua. No fumaba, pero el cáncer se desarrolló en su pulmón. El deporte lo recuerda como uno de los impulsores del canotaje. (I)