La piel grasa se reconoce con relativa facilidad. Para evitarlo puedes elaborar una mascarilla con 1 clara de huevo, 1 taza de agua, 1 tomate maduro, 1 cucharada de levadura de cerveza y 3 hojas de laurel seco.

Prepara una infusión con el laurel y el agua. Cuando el agua hierva, retira del fuego, añade el laurel y deja reposar hasta que se enfríe. Luego, pon la clara batida a punto de nieve, pela y tritura el tomate y agrégalo. Por último, incluye en la mezcla la levadura y 2 cucharadas de la infusión de laurel y remueve todo. Aplica la mascarilla con un pincel en las zonas afectadas. Deja actuar de 10 a 15 minutos y limpia con un algodón.

Otra opción es aplastar una papa hervida agregándole un poco de pan tierno mojado en leche. Agrega unas gotitas de limón. Aplica y deja actuar por 20 minutos. Debes enjuagarte con agua fría.

También puedes preparar una mascarilla antigrasa con un limón y una yema de huevo. Para ello, coloca la yema en un recipiente de vidrio. Agrega la pulpa del limón y mezcla hasta obtener una masa homogénea. Aplica sobre las áreas más grasosas del rostro. Déjala actuar por 10 minutos. Retira la mascarilla con abundante agua fría asegurándote de que no quede residuo alguno sobre el rostro. Es importante que apliques esta mascarilla por la noche, justo antes de acostarte. Recuerda que el limón sobre la piel puede causar manchas.

Asimismo puedes aplicar directamente rodajas de naranja y kiwi sobre el rostro por 20 minutos. Pasado ese tiempo, retira las rodajas y enjuágate bien el rostro con agua fresca.

Fuente: www.remediospopulares.com