Quito gasta USD 1,6 millones en reposición de rejillas robadas
Si vive en Quito probablemente ha visto un sumidero a “cielo abierto”, es decir, sin rejilla. Pues sí. En la capital, el número de rejillas robadas está en aumento. Sólo en este año (de enero a septiembre de 2023) se repusieron cerca de 6.500 rejillas de diferentes tamaños frente a las más de 2.000 que se recolocaron en el 2022.
Esta reposición de rejillas implica un gasto significativo para el Municipio de Quito, a quien le cuesta un promedio de USD 300 por cada una. Si sumamos, el monto alcanza los USD 1,6 millones. “Es un monto fuerte”, reconoce Paúl Calle, subgerente de Saneamiento de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps).
De hecho, el monto de reposición de rejillas es superior al que el cabildo destina para la limpieza de los mismos (cerca de USD 1 millón) o el mantenimiento de quebradas (USD 1,2 millones).
Ese dinero que se pierde en reponer las rejillas -dice Calle- se podría utilizar en realizar obras para Quito. A esto se suma que si un sumidero no tiene rejilla es posible que la basura se meta en su interior y se tape. En época seca no hay inconvenientes, pero en invierno puede causar inundaciones. “Se podría destinar a trabajos preventivos, mantenimiento en la red de alcantarillado. Hacemos un llamado a la corresponsabilidad para que cuidemos la ciudad”.
Ante esta realidad, Calle indica que es necesario hacer un llamado a las personas para que no roben rejillas o que denuncien en caso de conocer personas que realicen esta actividad ilícita. Puede ser tipificado con el delito de hurto que, según el Código Orgánico Integral Penal (COIP), se sanciona de seis a dos años de cárcel.
Años atrás, el robo de rejillas se concentraba en sectores como El Condado, Quito Tenis, González Suárez y otros. Sin embargo, ahora es un problema generalizado. “No hay un sector específico; realmente en todo el Distrito Metropolitano se dan sustracciones”.
¿Por qué se roban estas rejillas? El funcionario señala que de lo que se conoce las rejillas se roban para fundirlas. Luego el hierro se vende para diferentes usos.
Entonces, ¿cuáles son las acciones que se tomarán frente al tema? Calle indica que se planifica un cambio de tecnología, es decir, de rejillas de hierro a otras de plástico. Estas últimas ya se colocaron en una primera fase del plan piloto: en total se colocaron 80 en el Distrito Metropolitano.
En una segunda fase se hará una contratación de 1.000 rejillas de este material para evitar su robo. Actualmente está en fase precontractual, por lo que se espera que se habilite el próximo mes. Ahí se determinará o se hará un análisis para ver en dónde se las coloca.
Calle insistió que la ciudadanía debe tomar conciencia sobre el no robo de rejillas, porque se vienen las lluvias y si no hay rejillas se corre el riesgo de inundaciones, porque no retienen la basura.