Este 21 y 22 de noviembre de 2024, Quito es sede del Primer Congreso Internacional de Salud Mental y Justicia Social, organizado por el Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Universidad UTE. Este evento reúne a diversos actores del ámbito gubernamental, académico y social, incluyendo representantes del Sistema Nacional de Salud, gremios, asociaciones, profesionales de la salud, estudiantes y la sociedad civil.

El objetivo del congreso es generar un espacio de diálogo basado en evidencia para discutir las implicaciones de la justicia social en la salud mental de la población ecuatoriana. Además, busca sensibilizar y luchar contra el estigma que rodea a la salud mental, promoviendo su reconocimiento como un componente fundamental de la salud integral.

Diálogo sobre justicia social y salud mental
Durante la primera jornada, se abordan temas como la relación entre justicia social, determinantes sociales e inequidades en salud mental, así como los derechos humanos y los desafíos que enfrentan grupos excluidos. El segundo día está dedicado a las reformas en salud mental a nivel internacional y las estrategias para fomentar la inclusión y participación social en este ámbito.

Livia Camacho, subsecretaria de Vigilancia, Prevención y Control de la Salud (subrogante), destacó la importancia del trabajo conjunto con la academia para promover iniciativas que contribuyan al bienestar del país. “Los derechos de personas con afecciones de salud mental pueden protegerse y promoverse mediante la Ley Orgánica de Salud Mental, servicios comunitarios asequibles y de calidad”, afirmó.

Por su parte, Fernando Cornejo, director de Posgrados de la Universidad UTE, señaló la necesidad de cerrar la brecha en el acceso a servicios de salud mental. “No hay salud sin salud mental. Debemos normalizar su práctica y fomentar espacios de reflexión como este para entender sus determinantes”, puntualizó.

Avances y desafíos en políticas públicas
El Ministerio de Salud Pública enfatizó los esfuerzos en la implementación de la Ley Orgánica de Salud Mental y el desarrollo de una política pública en este ámbito. Actualmente, se ejecuta un proyecto de inversión para fortalecer la red de servicios, incluyendo la contratación de 161 profesionales para los Servicios Ambulatorios Intensivos (SAI) y la provisión de psicofármacos.

El congreso también destaca las inequidades que afectan el acceso a servicios de salud mental, influenciadas por factores como ubicación geográfica, nivel socioeconómico, etnia y género. La articulación entre el MSP y la Universidad UTE busca reducir estas desigualdades, promoviendo el respeto a los derechos humanos y la equidad.