Ministerio del Ambiente suscribió convenios con 46 municipios para impulsar la transición ecológica
En la provincia de Zamora Chinchipe, el Ministro del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, Gustavo Manrique, junto a varios representantes de las municipalidades que integran COMAGA (41 amazónicas, 2 de la serranía y 3 de la región Insular), suscribieron 2 convenios para mejorar la gestión de residuos sólidos y propiciar mejores prácticas a través de la educación ambiental en sus jurisdicciones; acciones que suman a la transición ecológica que vive Ecuador.
El primer convenio impulsará en el mediano plazo, mecanismos de cooperación con los municipios, entre los que destaca el fortalecimiento de capacidades en gestión integral de residuos sólidos, economía circular, responsabilidad extendida del productor, reciclaje inclusivo y procesos de regularización y control ambiental. Y el segundo, suscrito con los GAD El Pangui, Yantzaza, Nangaritza y Zamora impulsará barrios sostenibles a través de procesos de educación ambiental, consumo responsable y gestión adecuada de residuos en la fuente.
El Ministro Manrique durante su intervención destacó que el Gobierno Nacional está comprometido con el ambiente, por ello desde el inicio de su gestión se priorizó el desarrollo sostenible del país y se transversalizó la política pública de transición ecológica. “En 15 meses hemos incrementado el 42% del territorio de áreas protegidas, hemos declarado 11 de estos espacios. Conservar es sinónimo de empleo porque genera bioemprendimientos, impulsa el ecoturismo”.
Por su parte, Freddy Armijos, presidente de COMAGA, expresó: “queremos conservar, cuidar la naturaleza, por eso a través de estos convenios mejoraremos la gestión en cuanto a manejo de residuos. Felicito su trabajo Sr Ministro, hemos sido testigos de las acciones de su cartera de Estado en territorio”.
En la actualidad, se estima que en Ecuador se genera al año aproximadamente 5 millones de toneladas de residuos y desechos sólidos, por lo que es fundamental impulsar acciones que orienten las actividades económicas hacia modelos de producción y consumo sostenibles, y que hagan posible reducir la presión sobre el uso de los recursos naturales, minimizar los residuos y reducir los efectos del cambio climático.