Los helados de Salcedo, uno de los postres más tradicionales del Ecuador
El helado de Salcedo es, quizás, uno de los postres más tradicionales y populares del país. Y es que esta paleta multicolor aparte de tener un sabor innovador, refrescante y frutal, que incita a seguir comiendo uno tras otro, tiene una larga tradición de más de 70 años.
Camino a Latacunga se encuentra el cantón, San Miguel de Salcedo, de no más de 70.000 habitantes. Posee un sin número de lagunas, atractivos turísticos y artesanías, pero, sin duda alguna, una de las cosas que más resuena de este pueblo son sus populares helados que actualmente se comercializan nacional e internacionalmente.
¿Y cómo nacieron estos helados?
La historia nace en uno de los conventos del lugar, alrededor de 1950, donde las monjas franciscanas ingeniaron el postre de forma espontánea. A diario ellas preparaban batidos de frutas y los restos se guardaban en un vaso en una nevera, y así de simple comenzó la tradición, con sabores de mora, taxo y naranjilla.
Las monjas comenzaron a vender el producto desde el convento, cuando notaron el crecimiento, contrataron a una persona para que los venda por toda la ciudad, quien iba gritando por las calles: ¡Helados con leche de las monjitas! Es por eso que antes se los conocía como helados de la monja. Su valor era de un sucre por helado.
Con el tiempo, nuevas familias conocieron las recetas y comenzaron a elaborar el producto con otros ingredientes y nuevos sabores. En la actualidad sólo un lugar mantiene la receta original y se encuentra ubicado a un costado del parque central del cantón.
Todos amamos los helados de Salcedo por ser de los pocos productos 100% naturales. “El que prueba uno, quiere otro”, dice la gente de la localidad.
Este producto se ha extendido y se vende en otras provincias, como Manabí, Pichincha, Cotopaxi y demás.
Monumento
En el año 2000, el Municipio de Salcedo construyó un monumento del helado al ingreso de la ciudad, como honra a su ícono gastronómico que más beneficios ha llevado al cantón.
Receta
Si quieres sorprender a tu familia con un nuevo postre, te dejamos la receta para que la disfruten:
- En una licuadora, prepara un batido con agua, leche y crema de leche.
- Toma un poco de la preparación anterior y mezcla con glucosa (sustancia que potencia la consistencia cremosa del helado).
- Mezcla la glucosa con el resto del batido de leche y la crema. Incorpora el azúcar y bate enérgicamente. Refrigera por unas dos horas.
- Por separado, bate cada zumo de frutas con parte del helado base (las frutas más usadas son mora, naranjilla, taxo, mango y coco).
- En un molde para helados, vierte cada porción de helado con frutas.
- Realiza el mismo procedimiento con las otras frutas, intercalando los sabores y colores.