Si eres una persona que se queja de manera constante, expertos advierten que este comportamiento podría dañar las neuronas del hipocampo. Es una parte esencial del cerebro que permite la resolución de problemas y la función cognitiva.

El efecto será el mismo si lo hace uno o si alguien de nuestro entorno lo realiza.

Un estudio de la Universidad de Stanford demuestra que la exposición de 30 minutos de quejas todos los días puede dañar físicamente el cerebro.

Consecuencias de acostumbrarse a la queja

-Perjudica la actividad social

La queja constante puede reducir la capacidad para contactarnos con los demás. Asimismo, agota los recursos emocionales y afecta la capacidad del cerebro para experimentar placer y recompensa.

-Interfiere con la resolución de problemas

El cerebro se capacita menos para resolver conflictos de manera efectiva porque no se puede pensar con claridad. Además, la capacidad de concentración, atención e inteligencia disminuyen.

Refuerza patrones negativos

Enfocarse en lo negativo genera que el cerebro cree patrones negativos en nuestro cerebro y nos acostumbremos a ver lo malo en lugar de lo bueno.