La Ronda, un calle que combina historia, arquitectura, gastronomía y entretenimiento
La Ronda, calle empedrada, larga y estrecha, recorre una encantadora arquitectura colonial, típica del Centro Histórico de Quito. Años atrás fue conocida como el puente de los “gallinazos” (Ullaguanga-yacu) o El Chaquiñan porque conectaba una de las chorreras del Pichincha y recorría la Quebrada de los Gallinazos. El camino servía para que los pobladores accedan al agua de la chorrera.
Sin embargo, La Ronda recibió su nombre por la estrechez que la caracteriza y en homenaje a las rondas nocturnas españolas tradicionales. Es así que el nombre castellano se asienta en la memoria quiteña, según Quito Turismo.
El nombre real de la calle es Juan de Dios Morales y actualmente es uno de los puntos turísticos más sobresalientes del Centro Histórico de la capital.
Su historia a través de los siglos XVII, XIX y XX
Desde el siglo XVII, La Ronda comenzaría a tomar fama por ser hogar de artesanos y artistas; para finales del siglo XIX sería refugio de bohemios y en el XX comienzan a aparecer bares, cantinas y burdeles en toda la calle.
También fue habitada por grandes personajes históricos: los mejores escultores, panaderos, historiadores, músicos y poetas, incluso, uno de los precursores de la Independencia: Eugenio Espejo.
Su remodelación
En la década de los sesenta, La Ronda era utilizada como fonda, hospedería indígena, alquiler de cuartos para vivienda y talleres de zapatería y sastrería. Otros habitantes de ese tiempo también lo describen como fuente de baños públicos, prostíbulos, casa de acogida de niños y niñas del barrio.
Antes de que La Ronda llegué a ser ese lugar tradicional y turístico que es, donde su arquitectura resalta y conecta con la iluminación decorativa y balcones adornados con geranios; primero tuvo que pasar por varias remodelaciones para que las calles vuelvan a ser transitables y no un peligro para quien la visite.
A partir de 2005, el barrio La Ronda fue intervenido por un proyecto de ejecución de la política patrimonial en el Centro Histórico de Quito.
Desde 2013 se comenzaron a introducir espectáculos nocturnos, lo que impulsó el turismo.
La Ronda, ideal para una caminata nocturna en Quito
Durante la noche, en La Ronda se vive una fiesta, donde los bares y restaurantes ofrecen música en vivo y en las calles hay movimiento comercial: desde caricaturistas hasta comediantes.
Uno de los platos típicos que se puede degustar son las empanadas de morocho, de viento y los famosos canelazos -con y sin alcohol-. También se puede visitar la Capilla del Robo, la Casa 707, la hojalatería Silva y la avenida 24 de Mayo.