Greta Gila, modelo húngara, fue encarcelada en marzo de 2019 luego de que una conocida suya, quien fue detenida por posesión de cocaína, la acusara de ser la dueña de la droga.

La modelo de 24 años de edad se encontraba en Roma, ciudad desde donde tenía planeado viajar a Japón para una sesión de fotos, pero fue detenida en su habitación de hotel. El motivo de la detención, bajo los cargos de narcotráfico internacional, respondía a la acusación de una conocida de la modelo, quien tras ser detenida con droga en el aeropuerto acusó a Gila de ser la dueña de la sustancia estupefaciente.

Greta Gila, quien candidata a Miss Hungría en 2018, fue llevada hasta una celda en una prisión de Civitavecchia, en donde pasó recluida durante 74 días, luego de los cuales un juez de instrucción dijo que la acusación en su contra fue infundada y ordenó su liberación.

En diciembre de 2019, Greta Gila recibió una carta de las autoridades que le decían que “los detectives cometieron un error, a pesar de las profundas investigaciones realizadas”.

En la actualidad el abogado de Greta Gila sostiene que la modelo tiene ataques de pánico constantes y que la detención infundada de la joven “arruinó su carrera como modelo”. En ese sentido se presentó una demanda que pide una indemnización de 100 000 euros, es decir 114 357 dólares por daños y perjuicios.

El 22 de febrero de 2022, las autoridades romanas deberán hacer pública su posición al respecto.