La música sacra busca explorar las raíces musicales y las sonoridades que evocan la espiritualidad, la conexión con lo divino, el enaltecimiento de Dios a través de versos declamados, entre místicos y nostálgicos, que profetizan el tránsito del alma a una realidad divina.

La Fundación Teatro Nacional Sucre presentó la vigésimo primera edición del ‘Festival Internacional de Música Sacra de Quito’ que ofrecerá 26 conciertos, tres conversatorios y  tendrá como eje temático la libertad.

Un poco de historia

La Música Sacra ecuatoriana inicia con el establecimiento de los españoles en 1534; se crean conventos, monasterios e iglesias que traen consigo una nueva cultura musical y religiosa junto con cantos litúrgicos extraños para los incas.

En el siglo XVIII las voces femeninas estaban estrictamente prohibidas en iglesias seculares y solo era posible escucharlas en templos conventuales, además, la liturgia fue obligatoria en latín hasta 1963.

Es en 2001 que oficialmente se crea un evento cultural pregonero de la Semana Santa con la gestión de la Alcaldía del momento, la Fundación Teatro Nacional Sucre y un grupo de intelectuales. Al inicio las programaciones se hacían en iglesias barriales con grupos locales, después, pusieron a disposición iglesias históricas como la Compañía de Jesús, la Catedral y la Basílica del Voto Nacional.

Sincretismo musical

Con el tiempo fue posible combinarlo con propuestas propias; ritmos andinos, brasileros, tango y otras expresiones regionales con el fin de suprimir todo rastro colonizador.

Es así que cada año, este tipo de eventos, trae propuestas auténticas nacionales e internacionales que expresan esa pureza religiosa.

En ese sentido, este martes, 4 de abril de 2023, Susana Reyes y Moti Deren presentarán su performance de música sacra hebrea con danza butoh; combinación de melodías y cantos sagrados de la tradición milenaria hebrea, basados fundamentalmente en salmos e interpretados en hebreo y arameo.