El Telégrafo está de cumpleaños
Hace 138 años, en Guayaquil se fundó el primer diario que utilizaría al servicio telegráfico como una herramienta para recibir información de todo el mundo y trasladarla a sus páginas. Su creador, Juan Murillo Miró, se aventuró a establecer un periódico independiente en medio de una época revolucionaria.
El Telégrafo es el nombre que decidió Juan Murillo Miró para su medio de comunicación, que empezó a existir un 16 de febrero de 1984. Desde entonces, su redacción se ha mantenido operativa y evolucionando conforme gobiernos, hitos, desastres naturales y el surgimiento de la tecnología.
El Decano, como se lo conoce por su antigüedad, fue en sus albores una insignia de la Revolución Liberal. También se convirtió en el diario pionero en traer una rotativa europea, bautizada Albert y que fue instalada en el edificio de las calles Diez de Agosto y Boyacá. En ese lugar se erigió ese icónico y tradicional reloj, que aún nos acompaña.
Ser el primero se convirtió en una marca de El Telégrafo. Durante principios del siglo XX fue el principal matutino a escala nacional. En 1922, las páginas de El Telégrafo fueron las únicas en expresar su voz de protesta ante la masacre de obreros en Guayaquil y exigir justicia por las víctimas. En julio de 2020, por primera vez un periódico del país trasladó su edición impresa a la digital.
El Telégrafo ha sido testigo de cambios de todo tipo en el Ecuador y en el mundo. Hoy en día, su tradicional edificio aún funciona, pero como hogar de la Universidad de las Artes. Sus ediciones se conservan también en la hemeroteca más antigua del país, donde observar sus páginas es todo un lujo.
El Telégrafo, el Decano, el pionero, cumple años.