En el Ecuador existe una gran variedad de juegos tradicionales, muchos de ellos fueron traídos desde España en la época colonial; uno de ellos es el ‘juego del cerdo encebado o chancho engrasado’.

¿De qué se trata?

A los participantes se les venda los ojos y deben atrapar a un pequeño cerdo que, previamente, fue embarrado con grasa; quien atrape al animal se lo lleva a su casa.

En Pomasqui el juego es un poco más peligroso, debido a que en el mismo momento en que el cerdo huye de sus captores, un toro es soltado y corre alrededor de la plaza.

Si bien muchas personas consideran los juegos, que implican el uso de animales,  como parte importante de la tradición del lugar, existen otras que abogan por la defensa de estos.  Por ejemplo, en España la formación ecologista Equo denunció a la carrera del cerdito engrasado debido a que “no tolerarán un espectáculo en el que el maltrato animal sea el protagonista”, afirmó el portavoz de Equo.

Cabe recordar que en Ecuador se realizó una consulta popular para prohibir las corridas de toros, los concursos de lazo y espectáculos públicos o privados que atenten contra la integridad de los animales.

Aunque no existen denuncias en contra del juego del cerdo engrasado o encebado, según el Código Municipal se consideran infracciones graves: realizar eventos y espectáculos con animales que formen parte del ámbito de la fauna urbana en espacios públicos o privados, y que pudieren ocasionar daño a otros animales o a las personas; obstaculizar actividades de inspección o control del personal de la UBA o de la Agencia Metropolitana de Control (AMC), ya sea que la diligencia se realice solamente por parte de una entidad o de forma conjunta.

La discusión continúa en muchas provincias donde los lugareños pretenden mantener los juegos tradicionales a pesar de la molestia que pueda causar a organizaciones o personas indignadas por la manera en que se maltrata al animal.