Zona de evacuación en Fukushima es ampliada
Dos semanas después del terremoto y tsunami en Japón, la situación de la dañada planta nuclear en Fukushima (noreste) es inestable, por lo que ayer el Gobierno recomendó a las personas que viven entre 20 y 30 km de la central a desplazarse a otros lugares.
A su vez, la Agencia de Seguridad Nuclear japonesa no descartó la posibilidad de subir el nivel de gravedad a 7, actualmente es de 5.
Y es que el reactor 3 de la central Fukushima, considerado el más peligroso porque además de uranio contiene plutonio, disparó ayer las alarmas al detectarse allí agua con un elevadísimo nivel de radiación, 10.000 veces superior al que tiene el líquido en el interior de un reactor en funcionamiento.
La agencia nuclear y Tepco, operadora de la planta, confirmaron el problema al comunicar que la vasija de contención del reactor 3, que contiene las barras de combustible, podría estar dañada, tras detectarse en la zona agua con elevados niveles de radiactividad.
Las operaciones de enfriamiento de los reactores de Fukushima podrían durar al menos un mes más, informó Tepco.
Los operarios de Fukushima, con la ayuda de bomberos de Tokio y de la ciudad de Kawasaki, reanudaron ayer también la inyección de agua sobre las unidades 2, 3 y 4 de la central, mientras tratan de reactivar las bombas para poner en marcha sus sistemas de refrigeración.
El canal de televisión pública NHK informó ayer que los niveles de radiactividad superan los límites permitidos en cinco prefecturas: Fukushima, Ibaraki, Chiba, Saitama y Tochigi.
Ante ello, el ministro portavoz, Yukio Edano, manifestó ayer que el área de evacuación se mantiene en 20 kilómetros, pero animó a los residentes de entre 20 y 30 kilómetros a desplazarse a otros lugares, como los refugios habilitados por el Gobierno, que ya acogen a los evacuados que vivían en un radio de 20 kilómetros. El objetivo es mejorar su calidad de vida ante los problemas para hacerles llegar alimentos, gasolina y otros suministros.
El funcionario evitó referirse al riesgo de la radiación en ese perímetro, pese a que residentes y municipios de las zonas afectadas han criticado la lenta respuesta del Gobierno ante la crisis en la central.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, manifestó, por su parte, que la situación en la central nuclear sigue siendo “muy imprevisible”, tras confirmar también una posible avería en la vasija que contiene las barras de combustible del reactor número 3.
Kan aseguró que el Gobierno hace todo lo posible para tratar de controlar la situación en Fukushima, pero reconoció que el estado de los reactores de la central no deja todavía espacio al optimismo, pero prometió transparencia a la hora de informar.
La crisis nuclear ha dejado, en parte, en segundo plano la tragedia humana causada por el terremoto.
Al menos 10.066 personas murieron y otras 17.452 están desaparecidas, según el último balance policial, mientras que cerca de 250.000 evacuados residen en 1.900 refugios temporales.