Equipos de rescate hallaron ayer el cuerpo de un séptimo brigadista muerto el jueves en un incendio en la localidad chilena de Carahue, mientras que el régimen insiste en la tesis de que el fuego que arrasa amplias zonas del centro y sur del país se debe a acciones terroristas.

El cadáver de Rodrigo Cifuentes Llanquileo fue hallado, a las 08:40 hora local,  a unos 600 metros del lugar en que fue visto por última vez antes de que una repentina ráfaga de llamas envolviera a los brigadistas que coontrarrestaban un incendio forestal en un paraje denominado Casa Grande (700 km al sur de Santiago).

Ellos   pertenecían a una empresa que prestaba servicios contra incendios a Mininco, una de las principales compañías forestales del sur de Chile.

El Gobierno insistió ayer en la denuncia hecha ayer por el presidente Sebastián Piñera en el sentido de los incendios que han arrasado miles de hectáreas son actos intencionados y presentó una querella criminal. Sin embargo, hay discrepancias en las versiones oficiales acerca de la autoría de estos actos.

El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, se la atribuyó a grupos mapuches  que luchan por la recuperación de tierras. Incluso el intendente de la Araucanía, Andrés Molina, llegó a acusar a la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), ya que algunos de sus dirigentes han sido condenados por participar en ocupaciones de tierras. AFP