Las autoridades estadounidenses aseguran que fueron los servicios de inteligencia de España y Francia los que ayudaron a espiar a la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) norteamericana, según el diario The Wall Street Journal, y que estas comunicaciones fueron recogidas en zonas de guerra y en áreas más allá de las fronteras de estos países.

The Wall Street Journal, del multimillonario australiano Rupert Murdoch, subraya que estos datos suponen un “vuelco” en la versión que habían denunciado las autoridades europeas en los últimos días y pone el foco en la implicación de los servicios de inteligencia que trabajan estrechamente con la NSA.

El periodista Gleen Greenwald, tesorero de las filtraciones del extécnico de la CIA Edward Snowden, aseguró en un artículo publicado en el diario El Mundo que EE.UU. había espiado 60 millones de comunicaciones en España en solo un mes, entre el 10 de diciembre de 2012 y el 8 de enero de 2013. En el mismo período la NSA habría interceptado 70 millones de conversaciones en Francia, según Le Monde.

Colaboración entre aliados

Según el periódico, las autoridades estadounidenses han estudiado los documentos publicados por el diario galo y han determinado que han sido malinterpretados y que, en realidad, se trataría de operaciones conjuntas de espionaje “para proteger a las tropas y civiles americanos y de sus aliados”.

Las comunicaciones no habrían sido interceptadas por la NSA, sino por la Inteligencia francesa, y los espiados no serían ciudadanos franceses, sino en el extranjero. Añade el diario, el caso español es el mismo.

Berlín amenaza

En tanto, el Gobierno alemán expulsará a los diplomáticos estadounidenses si se confirma que la Inteligencia norteamericana espió a Angela Merkel. Berlín ha comenzado a articular su respuesta tras desvelarse el espionaje a la canciller y ya ha esgrimido algunas posibles consecuencias.

El Ejecutivo alemán trata así de superar la fase inicial de indignación y mover ficha a nivel político, pero cuidando al milímetro su estrategia, tratando de explosionar de forma controlada esta bomba de relojería.

Mientras la Fiscalía española decidió abrir ayer diligencias informativas sobre el supuesto espionaje masivo de los servicios de inteligencia estadounidenses en España.

El canciller español, José Manuel García-Margallo, advirtió a Estados Unidos de que, si se confirman las informaciones del espionaje, ello podría acarrear “la ruptura del clima de confianza” entre ambos países.

La Casa Blanca ha prometido contener las actividades de espionaje de los servicios de inteligencia estadounidenses, mientras que el presidente, Barack Obama, consideraría prohibir las escuchas a dirigentes aliados.