En la última asamblea de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se puso de relieve el tema de la migración venezolana. Según sus proyecciones,  hasta finales de este año 5,3 millones de personas abandonarán el  país hundido en una grave crisis económica y social.

Aunque la mayoría de las personas de clase baja se desplaza a pie o en buses hacia los países de la región, los de clase media y alta también toman largas rutas para llegar a Estados Unidos y la Unión Europa (UE).

Según un informe de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo, entre enero y mayo de 2019 los 28 países de la UE más Islandia, Suiza, Noruega y Liechtenstein, registraron 290.000 solicitudes de asilo, el 11% más que en 2018.

Humberto Figuera, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela, detalló a Infobae que encontrar vuelos es un desafío.  “Se busca en las 10 empresas internacionales que aún trabajan en el país”. La mayoría implica escalas en Panamá, Bogotá, República Dominicana y Trinidad y Tobago. Solo tres empresas van directo a Europa, cuatro de los siete días de la semana.

Figuera explicó que tras las sanciones de EE.UU., que suspendieron los vuelos directos, se teme que la UE asuma la misma decisión. “En este caso quedaríamos desconectados del mundo”.

Para estancias cortas de hasta 90 días consecutivos en el Área Schengen, los venezolanos no requieren de ninguna visa, simplemente de un pasaporte vigente. No obstante, a partir de 2021 los ciudadanos deberán contar con la autorización Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes ETIAS (por sus siglas en inglés) para volar.

El valor de los vuelos es de $ 900 a $ 1.900 según la fecha. Las personas que soliciten el nuevo permiso pagarán la tasa de $ 7,89.

De acuerdo con el diario El País, solo en Madrid más de 66.000 venezolanos llenaron en enero la Plaza de Puerta del Sol como respaldo a la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. (I)