Los centros educativos de Venezuela concluyeron el año escolar. Sin embargo, pese a que la ley de Educación establece 200 días de clases del calendario escolar los estudiantes de la jornada matutina solo han recibido 71 días.

Según un balance general realizado por el Sindicato Venezolano de Maestros (SVM),  los alumnos de la tarde registran más pérdidas ya que ellos solo recibieron 56 de los 200 días estipulados.

En porcentajes globales, este año escolar mantuvo “más del 30% de la inasistencia”.

Édgar Machado, presidente del sindicato de maestros denunció que luego de no contar con servicios públicos como electricidad, agua y seguridad, las unidades educativas se encuentran “en el piso”. 

“Los muchachos, en este año escolar, no pudieron obtener el 100% de los objetivos planteados en cada una de las materias, lo que implica que para un año superior van a tener un déficit en las asignaturas”, citó a Machado, el portal local panorama.com.ve.

El éxodo de los maestros
A esta alarma se le agrega un éxodo diario de seis a cuatro docentes en 580 escuelas del Distrito Capital.

El sindicato afirmó que en 2019, 2.004 maestros han abandonado su cargo.

Machado manifestó como ejemplo que luego del apagón nacional, del pasado 7 de marzo, aproximadamente 18.000 docentes fueron despedidos en todo el país. 

“La crisis en el sector educativo se profundizó al bajar el horario escolar”, explicó el profesor y agregó que a estos maestros no se les suman los que decidieron migrar al exterior.

Una crisis sin solución
Venezuela vive uno de los episodios más difíciles de su historia. Mientras que millones de sus ciudadanos huyen de la hambruna y carencia de servicios básicos hacia los países vecinos, Estados Unidos y Europa, la tensión política se agudiza.

El presidente Nicolás Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó liberan una batalla por el poder.

Ambos enviaron esta semana a sus delegaciones a Barbados, con la mediación de Noruega, para solucionar la crisis. Sin embargo, las mismas se extendieron porque la oposición exige que se convoque a nuevas elecciones presidenciales, pero el gobierno se niega.

Por otro lado, Estados Unidos sancionó a Venezuela por el asesinato del oficial de la Marina Rafael Acosta. El capitán de corbeta se encontraba bajo custodia de los funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).

Acosta fue retenido y  señalado por participar supuestamente en una conspiración para derrocar a Maduro.

Las medidas afectan los bienes que la Dirección de la Contrainteligencia pueda tener en EE.UU. e impone la prohibición de realizar operaciones financieras con cualquier persona que se encuentre en territorio estadounidense.

Como respuesta a las sanciones económicas estadounidenses, Maduro piensa apoderarse de los activos que la empresa norteamericana Chevron tiene en Venezuela, si el gobierno de Donald Trump no renueva las licencias que la habilitan a operar en territorio caribeño.

La confirmación la efectuó un funcionario del gobierno  a la agencia especializada Argus Media.

“Las discusiones discretas ya comenzaron con Rosneft de Rusia y CNPC de China, ambas estatales”, especificó la fuente, en relación con que Maduro va a transferir los activos de Chevron a compañías de sus aliados geopolíticos.

Chevron es la única petrolera estadounidense importante que queda en Venezuela y desea extender una exención que expira el 27 de julio para continuar su empresa conjunta con la estatal Petróleos de Venezuela SA. (I)