Empleados de la salud y de la educación efectuaron varias protestas  para llamar la atención de Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos.

Los manifestantes exigieron respeto a los derechos humanos frente a la sede de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Miembros de sindicatos se quejaron de que Bachelet salió por una puerta trasera y reclamaron, por ejemplo, la libertad para más de 600 presos políticos, según constató la VOA.

La alta comisionada de la ONU llegó el miércoles y ese mismo día se reunió con el presidente Nicolás Maduro. La cercanía de la expresidenta de Chile con el mandatario venezolano de izquierda genera ciertas dudas.

Sin embargo, cuando Bachelet arribó se comprometió a escuchar a todas las partes.

Los  medios esperan reunirse con ella la tarde de hoy. Según su agenda dará una declaración final de las partes que incluyen la oposición y los familiares de los presos políticos.

Venezuela atraviesa una grave crisis económica y la lucha por el mando entre Maduro y Juan Guaidó (presidente de la Asamblea Nacional). A esto se le suma las sanciones de Estados Unidos.

Según la ONU, desde 2015 cuatro millones de venezolanos emigraron por la crisis, marcada por escasez de bienes básicos, una hiperinflación que el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta en 10’000.000% para 2019.

A esto se le suma el colapso del sistema de salud y fallas en los servicios públicos -de luz y agua-.

El director del Foro Penal, Alfredo Romero, lamentó que funcionarios de Maduro estén como “guías” de Bachelet. Pidió además a la expresidenta que se presente en las cárceles y converse con los presos políticos.

“Si no se logra la liberación de los presos políticos, al menos - ella debe- constatar con los ojos las cárceles que maquillan, incluso antes de su llegada”, reclamó Romero. (I)