El esfuerzo internacional por llevar comida y medicinas a Venezuela se transformó en un enfrentamiento más entre el presidente Nicolás Maduro y el líder opositor Juan Guaidó. Este último llamó a los venezolanos a salir a las calles para exigir a los militares que permitan el ingreso de la ayuda humanitaria estancada en la frontera.

Maduro, quien niega que exista “crisis humanitaria”, rechaza la ayuda por considerarla el inicio de una intervención militar además de un “show político”. La semana pasada el mandatario de izquierda comprometió a las Fuerzas Armadas para impedir el ingreso de $ 60 millones en alimentos y medicinas enviados por EE.UU., Colombia, Canadá, entre otros países.

Según Diario El País, la ayuda permanece desde el jueves en un centro de acopio en Cúcuta, Colombia, cerca del puente fronterizo Tienditas, bloqueado por militares venezolanos con dos contenedores.

Maduro, el sucesor del expresidente Hugo Chávez, quien murió en 2013, está atrapado en una lucha por el poder con el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó. Este líder de la oposición, de 35 años, es reconocido como el mandatario interino de Venezuela por 47 naciones. La comunidad espera que Guaidó dirija el período de transición hasta que Venezuela retome la democracia.

De acuerdo con el Diario The Washington Post, el plan de la oposición es poner a prueba la resolución del eje de poder de Maduro, el Ejército, acerca de impedir que entren los suministros.

De acuerdo con la oposición y Guaidó, más de 100.000 voluntarios se inscribieron en solo dos horas en una página web creada para colaborar en el proceso de ingreso de la asistencia.

El líder opositor también aseguró que en los próximos días se abrirán otros centros de acopio en el vecino Brasil y en una isla caribeña por definir.

Maduro, por su parte, culpa a sanciones estadounidenses de la escasez de alimentos y medicinas que, junto con la hiperinflación, agobian a los venezolanos.

Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), 2,3 millones de venezolanos emigraron desde 2015 debido a la peor crisis en la historia reciente del país petrolero. 

Los barrios de Chávez se unen
Las zonas populares de Caracas, que tradicionalmente fueron fieles a Chávez, se unen a las protestas ante las carencias.

De acuerdo con El País, los moradores de Los Pinos, de Cotiza, un barrio de Caracas se levantaron por primera vez el 23 de enero contra el Gobierno de Maduro.

Cotiza tiene un valor simbólico enorme. Los barrios poseen, en Venezuela, una connotación específica, no son una parte más de una ciudad: son las zonas populares, las más golpeadas, las que empoderó Hugo Chávez, donde empezó a construir su programa Misión Vivienda, las que lo mantuvieron en el poder. Y las que también han comenzado a decir ¡basta!

Las protestas se han contenido la última semana. El miedo a la represión está latente, como las amenazas de quedarse sin ayudas a aquellos que alcen la voz.

En este contexto, ayer el  Gobierno de Venezuela informó de la detención de un grupo de “sicarios contratados por la oposición” para perpetrar asesinatos de políticos y militares e impulsar así el “golpe de Estado” contra Maduro. Sin embargo no ofrecieron mayor detalle.

Asimismo, la Contraloría venezolana anunció ayer la apertura de una auditoría al jefe del Parlamento, Guaidó, por supuestamente recibir dinero de entes internacionales “sin justificación”.

La auditoría a Guaidó se hará por “ocultar datos” en su declaración jurada de patrimonio y que proviene del exterior, detalló el contralor, Elvis Amoroso.  (I)