Partido de Oposición exige una explicación al gobernante
Uruguay negocia con EE.UU. liberación de presos cubanos
Montevideo.- Las negociaciones para que lleguen a Uruguay cinco reclusos de Guantánamo “están lejos de estar cerradas”, indicó el presidente de esa nación, José Mujica, quien condicionó la solicitud de Estados Unidos a la liberación de “dos o tres” prisioneros cubanos que permanecen en esa base militar estadounidense, ubicada en territorio cubano.
“No lo hacemos por plata o por conveniencia material” pero “no tenemos empacho en decir” que le pedimos “por favor” al Gobierno estadounidense que “haga lo posible” porque “esos dos o tres prisioneros cubanos” en Guantánamo sean liberados, destacó Mujica en su audición de radio “Habla el Presidente”.
El gobernante confirmó el jueves que aceptó el pedido de Obama para albergar a cinco presos de Guantánamo en calidad de “refugiados” y por una cuestión de “derechos humanos” y porque Uruguay “siempre ha sido un país de refugio”.
Según el semanario uruguayo Búsqueda, Mujica decidió aceptar la propuesta de Obama “después de una serie de consultas y de enviar emisarios a Estados Unidos y a Guantánamo”, además de conversar sobre el tema en enero en su último viaje a Cuba con el presidente cubano, Raúl Castro, quien coincidió en apoyar la idea.
Mujica, de 78 años, recordó que los presos de Guantánamo provienen de “cazas” de personas que se realizaron en busca de militantes de la red terrorista Al Qaeda en los países árabes y que fueron conducidos frente a autoridades estadounidenses. “Muchos de estos reos no tenían sentencia y terminaron en Guantánamo”, señaló.
“Mucho hemos criticado y seguiremos criticando al imperio yanqui”, añadió Mujica, quien pertenece a la coalición de izquierda Frente Amplio, pero “cuando existe un presidente que lucha por terminar una vergüenza para la humanidad, no se le debe dar la espalda”.
Uruguay sería
el primer país sudamericano en aceptar recibir a los reos de Guantánamo.
EE.UU. elabora un plan para distribuir
a los detenidos de Guantánamo en una docena de países.Pero las primeras voces de protestas ya surgieron. El senador Sergio Abreu, precandidato presidencial del Partido Nacional, el principal de la oposición de cara a las elecciones internas del próximo 1 de junio, dijo que solicitarán al Parlamento que convoque al canciller Luis Almagro para que explique “en qué derecho internacional se basa” la decisión de Mujica para acoger a pedido de EE.UU. a cinco presos de Guantánamo.
Presos quedarán en libertad
Mujica, quien fue uno de los líderes históricos del movimiento guerrillero Tupamaros y estuvo preso 13 años en duras condiciones antes y durante la dictadura que gobernó en Uruguay entre 1973 y 1985, aclaró que aún está lejos de que se concrete la llegada al país de esos presos en calidad de refugiados, pero que en todo caso serán hombres libres, destacó, en nuestra realidad.
Sobre la posibilidad de que esos refugiados no puedan abandonar Uruguay por un plazo de dos años, que se manejó al conocerse la noticia, Mujica dijo que “no sería otra cosa que un gesto de buena voluntad de ellos y nunca una imposición nuestra”.
“Jamás aceptaríamos ser carceleros de nada, tampoco avalamos la juridicidad de la cárcel de Guantánamo”, agregó el Presidente uruguayo.
De concretarse las negociaciones, Uruguay se convertiría en el primer país sudamericano en aceptar ese pedido de Estados Unidos, en el marco de un plan para distribuir a los reclusos de Guantánamo “en más de una docena de países de distintas partes del mundo”.
El lunes pasado, según el semanario, Mujica “recibió una llamada del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, que le agradeció por haber aceptado” la propuesta y le comunicó que Obama lo recibirá antes de junio en la Casa Blanca.
Situada en una base naval bajo administración estadounidense, que Washington alquila a Cuba desde 1903, la prisión de Guantánamo es un símbolo de los excesos de la “guerra contra el terrorismo” del exmandatario George W. Bush. Más de 800 hombres y adolescentes pasaron por el centro desde que se creó en enero de 2002.
Obama intenta cumplir la promesa que hizo de cerrarla a inicios de su gestión y los traslados desde Guantánamo se aceleraron en los últimos meses, pero aún permanecen 154 detenidos en la prisión erigida por Bush a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001.