Uruguay festeja e institucionaliza el culto a la orixa Yemanjá
Miles de uruguayos participan hoy en las playas de Montevideo en el culto a la deidad yoruba de las aguas Yemanjá, en una celebración popular que en los últimos años pasó de ser marginal a contar con el apoyo y el impulso de las instituciones y convertirse en un hito turístico.
Como cada año, los fieles de la religión umbanda y sus sacerdotes y sacerdotisas acudieron vestidos de blanco a poner en las aguas del Río de la Plata ofrendas, como flores, frutas y velas para Yemanjá, diosa del mar y protectora de las mujeres, mientras que turistas y curiosos fueron a participar a un festival de la "tolerancia" y del "respeto a la vida y la naturaleza".
Según explicó a Efe la sacerdotisa umbanda o mae, Susana Andrade, este año el festejo contará además con música en vivo y el apoyo explícito de las autoridades del ministerio de Cultura y de la Intendencia de Montevideo, que acudirán a participar de la fiesta que ha sido potenciada para fomentar el turismo en la ciudad.
"La fiesta supone una gran movilización social, y por eso ha sido declarada de interés cultural. Para nosotros los umbandistas es motivo de alegría, porque ya es una fiesta tradicional del Uruguay que cada uno ve desde su enfoque, pero que todos saben que es a favor del orixa de las aguas saladas", apuntó Andrade.
De hecho, para facilitar el tránsito y la llegada de los participantes a las playas, tanto la intentendencia como las compañías de transporte urbano habilitaron durante todo el día cortes de calles y rutas especiales para los fieles, así como los medios para que se pudiera realizar el festival de música en vivo.
Para la mae, el éxito de este festival, que cada año congrega a más gente en las playas de Montevideo y que culmina a medianoche, es que rescata "la sabiduría de los pueblos africanos" de rendirle culto a la naturaleza y sus bienes "que hoy se llaman energías renovables y que están en peligro".
"Se trata de cuidar a la naturaleza para que la vida siga viva, y alimentarla para que nos siga dando", indicó.
Andrade destacó además que el culto a Yemanjá ha podido superar la "cultura etnocentrista europea" que existe en Uruguay y que se puedan ver las "raíces invisibilizadas o negadas deliberadamente, hasta el punto de ser demonizadas" de las religiones traídas a América por los esclavos negros.
"Por eso Yemanjá es una fiesta de integración y da la bienvenida a todos los que quieran festejar en torno al agua. Sabemos que los que vienen no son todos fieles, pero nos parece bien. Es un aporte que no resta y que permite a todos estar en paz", añadió.