Israel calificó de infundadas las acusaciones de que habría infiltrado el sistema
Una versión mejorada del virus ‘Duqu’ se usaría para espiar a Irán
Un virus, descubierto por la empresa rusa de seguridad informática Kaspersky Lab, pone en duda la confianza entre EE.UU. e Israel.
El gusano informático espía se llama Duqu 2.0, y habría sido infiltrado en 3 hoteles sedes de las conversaciones del Grupo 5+1 por nada menos que el servicio de inteligencia israelita. Así lo recoge una publicación del diario Wall Street Journal.
Investigadores de Kaspersky han concluido que se trataba de una versión mejorada de un ‘spyware’ detectado por primera vez en 2011.
Pese a que la compañía no determinó cómo fue utilizado ni qué información obtuvo, Kaspersky apuntó que el mismo podría haber sido utilizado para realizar escuchas, robar archivos o controlar cualquier sistema del hotel vinculado con la informática, tales como teléfonos, ascensores y alarmas.
El virus puede afectar además a redes Wifi y penetrar en los ordenadores principales del hotel, lo que habría permitido a la persona que estuviera detrás controlar el acceso a los números de habitación de los miembros de la delegación.
Las conversaciones nucleares entre Irán y el Grupo 5+1 -integrado por EE.UU., Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania- se celebraron en Suiza, Austria y Alemania, pero el informe no identifica los hoteles afectados por el virus.
Suiza y Austria anunciaron ayer la apertura de investigaciones sobre un posible espionaje en los hoteles que albergaron las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, al tiempo que expertos informáticos señalaban la responsabilidad de Israel.
Pero la vicecanciller de Israel, Tzipi Hotovely, así como el viceministro de Defensa, Eli Ben-Dahán, calificaron de “infundadas” las acusaciones y negaron que su país haya espiado las conversaciones nucleares a través de virus informáticos.
El ‘Duqu’ fue identificado por la empresa de seguridad Symantec en 2011. La compañía dijo que era similar al ‘Stuxnet’, un gusano informático que afectó a múltiples ordenadores de las instalaciones nucleares iraníes en los meses anteriores.
El diario The Washington Post informó en mayo que Israel había espiado las conversaciones entre Estados Unidos e Irán en 2014, operación que fue descubierta por la Casa Blanca tras interceptar varios mensajes israelíes. Con todos estos antecedentes, el presidente del Legislativo iraní, Hosein Sheijoleslam, indicó que la confianza entre EEUU e Israel no está en su máximo nivel, ya que al desencadenar este escándalo, “Tel Aviv ha dado a entender que no le basta solo la información que recibe de su aliado (EE.UU.)”.
En noviembre de 2013, el Grupo 5+1 e Irán lograron cerrar un acuerdo preliminar de 6 meses de duración, por virtud del cual Teherán se comprometió a congelar parte de su programa nuclear a cambio del levantamiento de algunas sanciones.
Los 7 interlocutores acordaron en julio darse 4 meses más, hasta el 24 de noviembre, para tratar de llegar a un acuerdo definitivo sobre el programa nuclear iraní.
Las partes no lograron cerrar un texto definitivo, por lo que decidieron extender el plazo hasta el 1 de julio. El acuerdo definitivo contemplaría que Irán pueda mantener un programa de enriquecimiento de uranio dentro de unos términos pactados y limitados. A cambio, la república islámica debe despejar todas las dudas sobre la naturaleza exclusivamente pacífica de su programa. (I)