Cientos de miles de jóvenes  de 193 países aclamaron al Papa  en un multitudinario y festivo acto en el centro de Madrid en el primero de los cuatro días que Benedicto XVI pasará en la capital española para liderar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Escoltado por miles de  peregrinos reunidos a lo largo de su recorrido, el Pontífice llegó a la Puerta de Alcalá, donde fue recibido por diez  jóvenes representantes de los 5  continentes y cruzó a pie la emblemática puerta, del siglo XVIII, una de las antiguas entradas a la capital de España.

Acompañado por los vítores de los seguidores del Papa, que ondeaban coloridas banderas de varios países, y una tuna, grupo de músicos universitarios vestidos de época, el Sumo Pontífice  se trasladó en el papamóvil hasta la Plaza de Cibeles.

En este lugar habitual de celebración de los éxitos del Real Madrid, Benedicto XVI arremetió contra los que se “creen dioses y deciden sobre quién es digno de vivir o puede ser sacrificado”.

En su primer discurso en Madrid, el Papa pidió respeto para los católicos. “No pocos jóvenes, por causa de su fe en Cristo, sufren en sí mismos la discriminación. (...) Se les acosa queriendo apartarlos de Él, privándolos de los signos de su presencia en la vida pública”, agregó.

El Pontífice, de 84 años, exhortó a los jóvenes a ser prudentes y sabios, y a escuchar a Jesús, cuyas palabras no se las lleva el viento, sino que llegan al corazón y fraguan toda la vida.

“Queridos jóvenes, escuchad a Cristo, el único amigo que no defrauda y con el que queremos compartir el camino de la vida. Sabemos que cuando no se camina al lado de Cristo nos dispersamos por otras sendas, como la de nuestros propios impulsos ciegos y egoístas, las propuestas halagadoras pero interesadas, engañosas y volubles que dejan el vacío y la frustración tras de sí”, añadió.

Previamente, el Papa, quien fue recibido por los reyes de España,  reclamó una economía centrada en el hombre y no en los beneficios, sobre todo en tiempos de crisis.

En horas de la noche,  la Policía cargó contra los manifestantes reunidos en la Puerta del Sol para protestar contra la visita del Papa y la Jornada Mundial de la Juventud.

Ellos, que se habían reunido a última hora de la tarde, fueron desalojados  a golpe de porra por los agentes, que antes habían cerrado la plaza para impedir que se repitieran los enfrentamientos verbales de la víspera entre manifestantes y peregrinos asistentes al encuentro juvenil. EFE/AFP