Modelo de fiesta privada, la trampa para meterlas en una red de prostitución
Una joven, de 16 años, ayudó a desbaratar una red de prostitución, en la que estuvo a punto de caer. Ella bailaba en una discoteca de Madrid cuando una señora, vestida de manera elegante y con prendas muy caras, se acercó para ofrecerle un trabajo: modelo de fiestas privadas.
Aquello parecía sencillo y con buena ganancia. Después de todo, solo tenía que acudir a las fiestas, conversar con los invitados, bailar y máximo tomar un par de copas. Nada que no pueda mantenerse bajo control.
Pero, cuando ella se presentó a la cita de trabajo, se dio cuenta de que nada de eso era verdad, así que logró esconderse y llamar a la policía. En pocos minutos los uniformados estuvieron allí, rescataron a la chica e iniciaron con las investigaciones que terminaron por desarmar una mafia completa.
Las chicas que se presentaban a esas ofertas de trabajo eran secuestradas. Para empezar, les quitaban los celulares y de inmediato subían sus fotografías a una plataforma digital para ofrecerlas como prostitutas.
Muchas caían en la red porque eran amenazadas, ya sea con hacerlas daño o con acusarlas en migración, por ser indocumentadas. Por eso, no tenían más remedio que quedarse atrapadas en un mundo en el que recibían USD 30 por prestación. Claro, casi nunca lo recibían completo, ya que siempre les inventaban gastos para darles menos de lo ofrecido.
La banda, liderada por una pareja de venezolanos, cobraba USD 60 por prestación, más los extras como drogas incluidas, juegos y más. Había reglas, como no permitir que lleguen a frecuentar a la misma chica para impedir que exista la confianza necesaria para que ella pida ayuda.
“Las chicas iban voluntariamente a las casas pensando que iban a fiestas o eventos privados, llegaban con la valija para estar varios días y lo que se encontraban es que los 21 primeros días tenían prohibido abandonar la casa”, explica a La Nación Tomás Santamaría, inspector jefe del grupo VI de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Madrid e interlocutor de la Policía Nacional para la trata de seres humanos.