Conductores mantienen disputa con compañía
Una huelga ferroviaria paraliza transporte en sur de Inglaterra
La mayor huelga ferroviaria en dos décadas en el Reino Unido paralizó esta semana el servicio de transporte en el sur de Inglaterra, tras una creciente disputa entre conductores de trenes y la compañía ferroviaria Southern Rail, una de las más grandes del país.
Cientos de miles de pasajeros quedaron varados ayer luego del segundo día de paro.
El martes, Southern se vio obligada a cancelar más de 2.284 viajes de trenes en el sur del país debido a la falta de empleados.
Los conductores de Southern Rail, responsable de los servicios desde Londres a Gatwick y Brighton en la costa sur, iniciaron una huelga de 72 horas por una disputa laboral en torno a la responsabilidad sobre la apertura y el cierre de puertas de las formaciones.
El Gobierno británico, que amenazó con prohibir huelgas en el sector ferroviario, decidió intervenir en el caso, al llamar a una nueva ronda de negociaciones entre la empresa ferroviaria y los sindicatos RMT y ASLEF, que representan al personal del sector.
Según los medios locales, el impacto de la medida es el peor desde una huelga de empleados a mediados de la década de 1990, bajo el gobierno del conservador John Major.
Cientos de pasajeros furiosos dijeron haber perdido bonos, dinero, contratos y algunos hasta su trabajo, por los constantes problemas en los servicios de Southern Rail.
Las estaciones de trenes de Victoria, Blackfriars, y London Bridge estaban prácticamente desiertas, en tanto que Wimbledon, donde operan otras compañías ferroviarias, se vio desbordada por miles de pasajeros que intentaban llegar al centro de Londres a través de esa estación ubicada en el suroeste de la capital.
El alcalde londinense, el laborista Sadiq Khan, consideró que el Gobierno de Theresa May debe resolver ‘de inmediato’ el problema.
“Comparto la frustración y el enojo de miles de pasajeros. Mi mensaje para los sindicatos es que vuelvan a la mesa de negociaciones y resuelvan este conflicto”, afirmó el alcalde de Londres. (I)