El exmandatario denunció una “guerra sucia” en su contra
Un escándalo remece la candidatura de Piñera
Como una bomba de racimo. Así cayó en Chile la revelación de una nueva polémica por negocios en el extranjero de Sebastián Piñera (centroderecha), expresidente y actual candidato a La Moneda, en plena contienda electoral con miras a los comicios de fines de 2017.
Radio Bío Bío y el portal El Mostrador dieron cuenta de inversiones realizadas por una sociedad de Piñera en la empresa pesquera peruana Exalmar S.A., que habría sido directamente beneficiada por el fallo de la Corte Internacional de La Haya en enero de 2014. En ese momento, Piñera era presidente de Chile.
La historia, un hecho totalmente inesperado en el delicado momento político que vive el país, se desglosa de la siguiente manera. A partir de noviembre de 2010, el Grupo Bancard, holding de inversiones ligado a Piñera, adquirió acciones de la pesquera peruana, que en un comienzo representarían menos de 1%, pero actualmente llegan a 9% según el diario La Tercera. Esto, en momentos en que Piñera era presidente, pero además en pleno litigio entre Chile y Perú en La Haya. El fallo de la CPI, conocido el 27 de enero de 2014, le otorgó a Perú más de 50.000 kilómetros cuadrados de mar.
Por eso, El Mostrador acusó a Piñera de cruzar “sus intereses personales con el interés nacional”. Piñera actualmente es favorito en las encuestas presidenciales para suceder a Michelle Bachelet con más de un 25% de intención de voto, seguido del periodista y senador independiente Alejandro Guillier y el exmandatario socialista Ricardo Lagos. Pero esta denuncia, al menos ahora, supone un serio revés para sus aspiraciones presidenciales. En Chile no existe la reelección inmediata, pero un exmandatario puede volver a postularse una vez que transcurra un período presidencial, como ocurrió con Bachelet.
De inmediato, Piñera dio explicaciones a través de una conferencia de prensa. “No acepto, ni aceptaré jamás que, de manera sesgada y tendenciosa, se intente cuestionar o poner en duda mi independencia”, afirmó. “La campaña sucia ya empezó”, añadió, con evidente molestia. Piñera insistió en que cuando asumió el gobierno en marzo de 2010 colocó sus inversiones en un fideicomiso ciego.
“Me desligué totalmente de la gestión, administración y decisiones de inversión de las empresas del Grupo Bancard, las cuales, con total autonomía y sin ninguna participación del suscrito, administran hoy las inversiones Bancard en el extranjero”, agregó.
Pese a las explicaciones de Piñera, esta denuncia refuerza el discurso de sus detractores en cuanto a que pese al fideicomiso ciego, el expresidente, supuestamente, siguió ligado a sus negocios y más encima durante el fallo en La Haya con Perú. Para el chileno promedio, los asuntos con países vecinos son extremadamente sensibles.
“Son antecedentes de obvia gravedad y que deberán ahora empezar a verificarse, pero que por sí solos abren un nuevo y delicado flanco político-judicial para el expresidente, confirmando algo que era completamente esperable: la legalidad de sus inversiones en Chile y el exterior, los conflictos de interés eventualmente mal o no resueltos y un fideicomiso ciego que podría dar apenas para un eufemismo tuerto”, señaló Max Colodro, columnista del diario La Tercera.
La figura del fideicomiso ciego fue incluida en la llamada Ley de Probidad en la función pública aprobada a fines de 2015. Sin embargo, esta solo regula valores emitidos en Chile.
En ese sentido, Piñera insistió en que su fideicomiso fue de manera “voluntaria y pública” y habría incluido unos $ 400 millones. A su vez, las inversiones del Grupo Bancard en el exterior suman $ 1.800 millones.
Pero como esto ocurre en plena campaña, varios candidatos criticaron de inmediato a Piñera. Alejandro Guillier, por ejemplo, que va al alza en las encuestas presidenciales, dijo que “el que se dedica a la vida pública tiene que dedicarse 100%”. A su vez, Lagos señaló, escueto, “creo que el tema es delicado”. También Manuel José Ossandón, que intenta disputarle a Piñera la candidatura presidencial en la centroderecha chilena, afirmó que “en la historia de Chile no se ha visto algo tan grave, si fuera verdad”. (I)
DATOS
El 27 de enero de 2014, la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, puso fin al diferendo marítimo entre Perú y Chile, otorgándole a Lima con su sentencia más de 50.000 kilómetros cuadrados de territorio marítimo.
También, a través de este fallo, Perú cerró su última frontera. La corte delimitó la frontera con Chile de la siguiente manera: parte del hito N° 1 y continúa en una línea en paralelo de 80 millas, para después pasar por una línea equidistante de 200.
Según las investigaciones in situ del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), en los nuevos espacios marítimos establecidos por la corte y que ahora son exclusivamente de Perú aumentó considerablemente el stock de recursos pesqueros disponibles. Abunda la presencia de especies como la vinciguerria, pota, bonito, perico, atún, tiburón, entre otras. (I)