Últimos esfuerzos para alcanzar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní
Irán y las grandes potencias negociaban a contrarreloj este lunes en Viena para finalizar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní a lo largo de la jornada, para el que Pekín consideró que "ya se dan" las condiciones para un "buen" pacto.
El presidente iraní, Hasan Rohani, se dirigirá a la nación en la televisión pública a las 17:30 GMT (12:30 de Ecuador) de este lunes, anunció su gobierno sin ofrecer más detalles.
Su enviado a Viena, el ministro de Asuntos Exteriores Mohamad Javad Zarif, dijo este lunes que Irán negociará "tanto como sea necesario para terminar el trabajo".
"Todo el mundo trabaja para alcanzar un sí hoy, pero todavía hace falta voluntad política", escribió en Twitter el diplomático iraní Alireza Miryusefi, presente en la capital austríaca.
"No puedo prometer nada para esta noche o mañana por la noche" había declarado un poco antes Abbas Araghchi, uno de los principales negociadores iraníes, en tanto que otro diplomático hablaba "escollos importantes" aún por resolver, antes de que expire un nuevo plazo en la medianoche de este lunes (17:00 de Ecuador).
Para China, "ya se dan" las condiciones para permitir un "buen acuerdo" y "no puede y no debe haber nuevos atrasos", en palabras del ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, a su llegada este lunes al palacio de Coburg, que alberga las negociaciones desde hace 17 días.
El grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia, más Alemania) intenta cerrar con Irán un acuerdo en un tema que lastra las relaciones internacionales desde hace más de 12 años.
Cerca de la cima
Todas las partes coinciden en que, pasito a pasito, se han realizado importantes avances.
"Hemos recorrido un largo camino. Debemos coronar una cima que tenemos muy cerca. Estamos tan cerca que si lo miramos desde abajo tenemos la impresión de que ya hemos llegado, pero si estamos arriba vemos que aún quedan algunos pasos por dar", confió el domingo el presidente Rohani desde Teherán.
Iniciadas en septiembre de 2013, las negociaciones entraron en su fase final el 27 de junio con el objetivo inicial de sellar un acuerdo en tres días, pero el plazo del 30 de junio ha sido postergado tres veces, la última hasta el lunes 13 de julio.
Como muestra de que el epílogo se vislumbra ya, el ministro iraní de Interior pidió a las autoridades locales que preparen un escenario de festejos en las calles.
La población, que eligió a Hasan Rohani en 2013 con la promesa de lograr un levantamiento de las sanciones, espera notar una mejora de sus condiciones de vida en caso de que haya un acuerdo.
Se alcance o no este lunes, esta ronda de negociaciones internacionales es una de las más largas, a nivel ministerial y en un solo lugar, después del que condujo a los acuerdos de Dayton (EEUU) tras la guerra de Bosnia Herzegovina en 1995.
En abril, los negociadores se pusieron de acuerdo en Lausana (Suiza) sobre las grandes líneas de un texto, que incluía la disminución del número de centrifugadoras y de las reservas de uranio enriquecido de Teherán, lo que imposibilita en la práctica la fabricación rápida de una bomba atómica.
Entre los puntos de desacuerdo se encuentra el levantamiento de las restricciones sobre las armas, que Teherán, apoyado por Moscú, exige que sea inmediato. Los occidentales consideran delicada esta demanda por la implicación iraní en varios conflictos, sobre todo en Siria, Irak o Yemen.
Otro punto de desacuerdo es el ritmo de la suspensión de las sanciones.
El grupo 5+1 exige también que se dé acceso a los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) "en caso necesario", punto rechazado por algunos dirigentes iraníes.
Finalmente, los dos bandos negociadores difieren sobre la duración del acuerdo.
Si se logra un acuerdo en Viena, las relaciones de la República Islámica con la comunidad internacional podrían comenzar a normalizarse, una situación a la que se resisten las potencias sunitas de Medio Oriente y también Israel. (I)