20 camiones rusos con ayuda para refugiados ucranianos llegaron a Lugansk
Ucrania acusa a Rusia de invasión por dar ayuda
Los primeros 20 camiones con ayuda humanitaria rusa llegaron ayer a su destino, la ciudad de Lugansk, tras entrar al territorio ucraniano sin el permiso de las autoridades de ese país y sin la escolta de la Cruz Roja, informaron los separatistas prorrusos. Kiev lo consideró una “invasión directa” mientras que Moscú acusó al Gobierno ucraniano de dilación injustificada.
El convoy de 260 camiones, con 2.000 toneladas de ayuda para asistir a miles de personas que están atrapadas en medio del conflicto armado, partió de Moscú hace 10 días y desde hace 8 se encontraba en la frontera con Ucrania.
Cuando Moscú anunció la operación, las potencias occidentales y Kiev expresaron su temor de que encubriera apoyo militar a los rebeldes. El problema quedó en principio superado con el acuerdo para que la Cruz Roja Internacional coordinara la operación, pero luego este organismo rechazó acompañar el convoy porque no aceptó escoltas armadas.
No obstante, pese a la negativa, unos 145 camiones atravesaron la frontera ruso-ucraniana y de estos solo 34 fueron revisados y certificados por los guardafronteras y las aduanas ucranianas.
El jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, Valentín Naliváychenko, calificó la acción como una “invasión directa”. Mientras Estados Unidos y la Unión Europea exigieron a Rusia retirar inmediatamente el convoy.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que era inadmisible seguir retrasando el envío de la ayuda humanitaria a los civiles del sureste de Ucrania, que están atrapados en la guerra. En Lugansk, escenario en los últimos días de combates urbanos, no hay suministro de agua, la electricidad está interrumpida y la gente no se atreve a salir de sus casas.
El conflicto ha provocado la muerte de más de 2.000 personas, según datos de la ONU.